La Ertzaintza ha multado ahora a la joven a la que hirió en Bilbo el pasado 13 de abril al cargar para proteger un acto de Vox. La resolución, a la que ha tenido acceso NAIZ, la firma el director de Coordinación de Seguridad y se justifica por infracción de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza.
Este es el relato de hechos que incluye en la notificación: «Cuando el agente la atendía y solicitaba la asistencia médica, esta le dijo reiteradamente: ‘Sois unos hijos de puta’, ‘¿ya te merece ser tan hijo de puta para lo que cobráis?’, al mismo tiempo que mostraba el puño cerrado con el dedo corazón extendido hacia los agentes que trataban de ayudarla».
Resulta llamativo que se aluda a asistencia médica pero no se explicite la situación concreta ni el motivo. La realidad es que la joven, llamada Anne, acababa de recibir un pelotazo que le rompió la mandíbula en dos puntos, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y permanecer varios días en el hospital de Cruces.
«De acuerdo con los criterios determinados en el artículo 33 de la misma ley, atendidas las expresiones proferidas y el menosprecio que implica el gesto de levantar el dedo hacia los agentes, en caso de quedar acreditada la comisión de la infracción por la persona inculpada le será impuesta una sanción de multa de 200 euros», indica la resolución.
Obviamente, la cantidad no resulta tan grave como el ensañamiento que se constata en esta actuación de la Ertzaintza y la doble victimización que acarrea.
Anne presentará alegaciones. No es consciente de haber proferido tales expresiones, que en cualquier caso serían encuadrables en un contexto de alta tensión y de intenso dolor físico. Se da la circunstancia de que las multas de la Ley Mordaza ofrecen un descuento (de apenas el 20%) si se asumen los hechos.
Investigación interna, sin novedad
Si la sanción termina por consumarse, la joven podría acabar siendo la única castigada por lo ocurrido, pese a haber sido realmente la víctima de una agresión grave.
Anne interpuso denuncia por la carga, que sigue su curso. Pero además fue el propio Departamento de Seguridad de Lakua el que anunció una investigación interna por lo ocurrido, de la que no hay noticias transcurridos casi cuatro meses. Y de momento todas las afirmaciones de sus responsables han ido en la línea de minimizar los hechos, e incluso de cuestionarlos.
Así, en el Parlamento en mayo la consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, aseguró que la carga fue «proporcionada». Y antes su viceconsejero, Josu Zubiaga, había calificado de «profesional» la actuación de los ertzainas, y añadió un curioso argumento que contradice la versión de la víctima e incluso las leyes de la física: no pudo ser disparada a la cabeza porque los protocolos policiales lo prohíben expresamente. En realidad, no pudo ocurrir de otro modo, ya que las pelotas de foam, al contrario que las de goma, no rebotan. Anne asevera que vio cómo el ertzaina le apuntaba directamente.
En declaraciones a Naiz, añadió además que estaba protestando «pacíficamente» ante el mitin de Santiago Abascal (Vox) en el Palacio Euskalduna de Bilbo, en la campaña electoral de las estatales. Y que no había incidentes donde se encontraba, que era la Avenida Abandoibarra, como constata la multa notificada. Los enfrentamientos entre grupos antifascistas y ertzainas se producían en otro punto adyacente, el parque de Doña Casilda Iturriza.
El Departamento de Seguridad de Lakua introdujo las pelotas de foam en vez de las de goma tras la muerte de Iñigo Cabacas en 2012.