La Dirección General de Instituciones Penitenciarias dependiente del Gobierno español ha dado a conocer este lunes a través de agencias de noticias dos decisiones favorables a las demandas de presos vascos, dentro de la batalla legal de EPPK. La más trascendente es la concesión del tercer grado a Gorka Fraile, que ya estaba en segundo y había dispuesto de varios permisos penitenciarios ordinarios.
Tanto su representación jurídica como familiares han matizado a NAIZ que no tienen constancia alguna de esta decisión y mantienen una total cautela al respecto.
Fraile, natural de Durango, lleva 21 años preso y está en la recta final de su condena. Sufre además una grave enfermedad (es uno de los incluidos en la lista de Jaiki Hadi), pese a lo cual sigue recluido en la cárcel cántabra de El Dueso, aunque según estas informaciones ahora será llevado a la de Iruñea.
Si el recorrido legal previsto se cumple, este tercer grado debería desembocar en la libertad condicional para Gorka Fraile, lo que supondría un nuevo pequeño jalón para el conjunto de los presos vascos inmersos en esta pelea desde 2016.
En paralelo se ha dado a conocer que Instituciones Penitenciarias acercará desde Villena (Alacant) a Villabona (Asturias) al oñatiarra Joseba Arregi Erostarbe, uno de los presos con más tiempo de prisión acumulado (27 años) y también de más edad (73).
Según agencias, la Junta de Tratamiento de Villena ha propuesto su traslado a un centro más próximo a su vinculación familiar e Instituciones Penitenciarias lo ha aprobado, aunque manteniéndolo en este caso en su misma clasificación actual (primer grado con aplicación del artículo 100.2, que conlleva una mayor flexibilidad).
En este caso, Europa Press ha recabado la opinión de «fuentes de la dirección de la AVT», que dicen sentir «malestar» con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y lo justifican en que «es un preso condenado por delitos de sangre».