Para poder salir de casa en Ipar Euskal Herria, así como en todo el Estado francés, el ciudadano o ciudadana debe llevar consigo una ‘Certificación de desplazamiento derogatorio‘ que se puede descargar en la web del Gobierno francés. El documento es individual y cada copia, válida solo para cada ocasión. Por ello, debe firmarse con la fecha del día de la salida, además de precisar la dirección del domicilio.
El ciudadano o ciudadana tiene que marcar una de las cinco casillas que recogen los motivos por los que se puede abandonar el confinamiento sin correr el riesgo de ser multado. Cuatro de ellos son conocidos por todos los residentes de ambos lados de la muga: trayecto al puesto de trabajo cuando no hay opción de teletrabajo o movimientos por cuestiones profesionales que no puedan aplazarse; para hacer compras de primera necesidad en los establecimientos autorizados; por motivos de salud, y por razones familiares imperiosas, para la asistencia de las personas vulnerables o el cuidado de niños.
El documento, disponible desde el lunes al mediodía y que resulta obligatorio para poder salir de casa, recoge un quinto supuesto: «Desplazamientos breves, cerca del domicilio, vinculados a la actividad física individual de las personas, con exclusión de toda práctica deportiva colectiva, y a las necesidades de los animales de compañía».
En el Estado español se ha recogido la posibilidad de pasear a las mascotas, pero se prohíbe expresamente ese ejercicio físico individual. En el Estado francés se podrá hacer si se porta ese certificado que deberá ser mostrado obligatoriamente a las fuerzas de seguridad en caso de ser requerido, en soporte papel, no en el teléfono. En caso de que no se pueda imprimir, se podrá hacer la copia a mano.
No se trata de preparar ninguna prueba atlética, y las prácticas deportivas están limitadas. Por ejemplo, en algunas zonas de costa del Estado francés ya se ha empezado a notificar la prohibición las actividades marítimas y de litoral.
La medida se justifica por la importancia que tiene el ejercicio para el bienestar de las personas, aunque, como en todos los demás supuestos, la disciplina por parte de la población para no salirse de los límites resultará fundamental. El debate estaría en hasta qué punto abrir el abanico de posibilidades para abandonar el domicilio puede aumentar el riesgo del propagación del coronavirus cuando se está combatiendo la pandemia mediante el confinamiento de la población.