La Liga ACB ha remitido los requisitos necesarios para organizar la Fase Final de su competición a las diez candidaturas que lo han solicitado hasta ahora, entre las que se encuentra el Navarra Arena de Iruñea. Las otras nueves candidatas son Almería, Andorra, Barcelona, Gran Canaria, Madrid, Menorca, Tenerife, Valencia y Zaragoza.

La Asociación de Clubes de Baloncesto ha agradecido en una nota hecha pública «el interés mostrado por todos estos territorios» y ha garantizado que «analizará en detalle cada propuesta, tomando como criterio principal para la asignación de sede el cumplimiento de las garantías sanitarias, y en siguiente término la faceta deportiva y organizativa». Además, la competición pedirá un canon a la ciudad elegida para organizar el evento deportivo.

La propia Liga ACB se ha puesto como fecha límite para tomar una decisión el 31 de mayo, así como el 10 de julio como la última fecha para terminar la competición.

Es bien curioso que hasta tres aspirantes a ser sede no tengan equipo en la Liga ACB, es el caso de Almería, Menorca e Iruñea. No obstante, una de las ventajas del Navarra Arena, amén de ser una instalación muy moderna, estrenada hace menos de 12 meses, es que ha sido empleada así como por la selección española de baloncesto de cara a la preparación del Mundial del año pasado, y también por Kirolbet Baskonia en uno de sus primeros partidos de pretemporada ante el Iberostar Tenerife, recibiendo toda clase de parabienes.

El pasado 22 de abril, los rectores de la Federación Navarra de Baloncesto –FNB– pusieron esta candidatura sobre el tapete y la entidad que rige Antonio Martín ha quedado complacida. Tanto es así, que se habla de que bien la Supercopa, o bien la Copa de 2022 podría celebrarse en la capital del viejo reino, pese a no disponer de equipo con plaza en la Liga ACB.

En todo caso, las candidaturas de Andorra y Gran Canaria, a cuenta de disponer de muchos menos casos de coronavirus, parecen partir con vnetaja. O al menos lo parecían, ahora que les han salido competidores que también van a entrar en la fase 1 de la desescalada –Andorra, como país independiente, llevará su propio ritmo–.

No es este el caso de Barcelona y Madrid. Ambas urbes cumplen sobradamente con las condiciones de pabellón y hoteles, pero al ser dos de las ciudades más castigadas por el coronavirus pueden partir en inferioridad de condiciones.

Brizuela: «Uno no se olvida de tirar»

Uno de los clubes de la Liga ACB que ha empezado con los entrenamientos individuales es el Unicaja de Málaga, equipo en el que milita el escolta donostiarra Darío Brizuela. El jugador guipuzcoano, siempre y cuando la competición se retome, está llamado a ser uno de los líderes de su equipo, y más cuando su compañero Jaime Fernández ha decidido operarse por culpa de sus problemas en el tendón de Aquiles.

Brizuela ha regresado a los entrenamientos este sábado, casi dos meses después de su última sesión, que tuvo lugar el 13 de marzo.

«No recordaba estar tan cansado desde hace tiempo», ha reconocido Brizuela a la web del club andaluz. «Cuando empiezas a tirar y a correr un poco te das cuenta de que el confinamiento ha sido muy largo», ha dicho la «mamba» donostiarra, pero aparte de afirmar que «la forma física la recuperaremos en pocos días», se ha mostrado contento con el tiro. «Pensaba sinceramente que en el tiro estaría un poco, peor uno no se olvida de tirar», ha dicho.

Más allá de las expectativas sobre retomar la Liga ACB –y en el caso de Unicaja, también la Eurocup–, Brizuela ha explicado las medidas de seguridad que tiene que pasar para acceder al pabellón de Los Guindos, donde se ejercita el cuadro malagueño. «Al entrar hay que desinfectarse las manos. Luego, te toman la temperatura y rápidamente hay que ir a una zona particular designada para el trabajo», ha explicado.

«Ahí tenemos una caja con nuestra agua, nuestro balón, las zapatillas, la toalla que son únicamente nuestras y ya vamos cambiados de casa. Además tienes tu canasta que va a ser la misma mientras dure esta situación», ha detallado.

«Tenemos que estar centrados en cumplir los protocolos y en cuidarnos mucho y, cuando estemos entrenando, hacerlo lo mejor posible porque el resto vendrá solo», ha culminado Darío Brizuela.