A partir de la decisión adoptada, con la conformidad de la Fiscalía, por la sala de instrucción de la Corte de Apelación de París, el pasado 1 de julio, se abrió el periodo destinado a verificar las condiciones para abordar la excarcelación de Josu Urrutikoetxea, que se hará realidad este jueves y que permitirá a al ciudadano vasco esperar, en un domicilio de París, a la repetición de los dos procesos por los que fue «condenado en rebeldía» en el Estado francés en los años 2010 y 2017.
Esas causas serán juzgadas en la segunda quincena del próximo mes de octubre, aunque para entonces deberían conocerse algunas decisiones judiciales más, en este caso relativas a las órdenes de entrega –cuatro en total– cursadas por el Estado español.
El informe elaborado por responsables penitenciarios para confirmar la excarcelación de Urrutikoetxea fue enviado a la sala de instrucción de la Corte de Apelación ya en pasado 17 de julio.
Esta miércoles la sala ha corroborado, en base a lo afirmado en ese informe, que es factible la puesta en libertad del exmilitante de ETA, que ha permanecido en la cárcel parisina de La Santé desde su detención el 16 de mayo de 2019 en la localidad alpina de Sallanches.
La Fiscalía ha defendido la salida de Urrutikoetxea con una pulsera telemática. La defensa ha abogado por una medida de control judicial que no limite tanto la libertad del movimiento de Urrutikoetxea y en caso de optarse por la pulsera, ha pedido flexibilidad para que el de Ugao pueda seguir cursos en la Universidad.
Urrutikoetxea será alojado por una profesora en la capital gala y según han indicado sus abogados tiene intención de continuar con los estudios de Historia que ya ha seguido desde prisión. De momento, según ha informado a NAIZ su hijo, Egoitz Urrutikoetxea, podrá salir de esa casa dos horas por la mañana y otras cinco por la tarde, «aunque más adelante se podrían flexibilizar esas condiciones».
Trece meses después
Al final de la vista el tribunal, integrado por tres magistradas, ha decidido que Josu Urrutikoetxea, que ha estado presente en la vista, se presente a las 9.00 en los servicios de administración de La Santé para que se le coloque la pulsera y pueda abandonar la de prisión.
Ello ocurrirá más de un año después de que le fuera aceptada, con fecha de 19 de junio de 2019, la libertad provisional.
Esa decisión no se implementó al activar de forma urgente la Fiscalía un recurso que dio lugar a intervención, del todo inusual, de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), cuyos agentes se desplazaron a la propia cárcel para impedir la excarcelación.
Tal como señaló entonces su hijo a la emisora NAIZ Irratia, la decisión siguió a un impulso político para «impedir la imagen de Josu Urrutikioetxa saliendo de la prisión de La Sante».
De 69 años de edad y convaleciente de una operación quirúrgica por una dolencia de próstata, la defensa ya solicitó en otras dos ocasiones, coincidiendo con la crisis del covid-19, la excarcelación provisional del militante vasco que se encargó de leer, junto con Maixol Iparragirre, la última declaración de ETA.
Pese a que la defensa se basó en partes médicos que desaconsejaban que Urrutikoetxea siguiera en prisión, máxime cuando en La Santé se habían detectado varios casos de covid-19, los jueces rechazaron igualmente esas demandas de puesta en libertad.
Finalmente, en la vista del 1 de julio, el fiscal secundó la petición de la defensa, lo que, una vez cumplimentados los informes reclamados por el tribunal permitirá a Urrutikoetxea salir de la cárcel.
Estado de las causas judiciales
La audiencia del 1 de julio sirvió además para que la Corte de Apelación dejase sentado que no entregará a Urrutikoetxea para ser juzgado por «crímenes de lesa humanidad» en relación al atentado de ETA que costó la vida a dos ciudadanos latinoamericanos, en 2006, en Barajas. Un fallo muy relevante.
Sobre otro de los sumarios, el referido al atentado cometido en 1980 por ETApm –organización armada en la que nunca militó Urrutikoetxea– y que costó la vida al directivo de Michelin, Luis Hergueta, la Corte de Apelación gala sigue esperando a que la Audiencia Nacional española le aclare dudas en relación al plazo de prescripción de la causa.
El tribunal parisino abordará esa demanda y también la basada en el llamado «sumario de «Herriko Tabernak» el próximo 30 de setiembre.
En enero pasado el tribunal sí se pronunció favorablemente a la extradición en la causa relativa al atentado contra la casa cuartel de Zaragoza (1987), acción que no le achacó a Urrutikoetxea a la hora de solicitar su entrega al Estado español, en 1996, una vez cumplida condena en el Estado francés.
Tampoco se le responsabilizó de ese atentado en que murieron once personas mientras Urrutikoetxea estuvo en prisión en el Estado español hasta que, tras una decisión del Tribunal Supremo, salió en libertad en 2000.
La defensa presentó recurso en casación contra el pronunciamiento del tribunal parisino en favor de la extradición de Urrutikoetxea y sigue desde entonces a la espera de una decisión cuya materialización efectiva dependería, en último extremo, de una decisión del Gobierno francés.