El Gobierno alemán considera que no es seguro viajar a Euskal Herria. Ese titular podría resumir la decisión comunicada por Berlín. Y es que, tras poner veto a los dos territorios del sur de nuestro país, ahora esa medida, que se nutre de la aplicación de test obligatorios y cuarentenas, alcanza también a Ipar Euskal Herria.
El Gobierno germano adopta la medida de situar como zona de riesgo a Nueva Aquitania en razón de la preocupante evolución de la pandemia en la macro región de 5,9 millones de habitantes en la que figura el departamento de Pirineos Atlánticos.
La luz roja está encendida desde semanas atrás en el departamento más poblado de Nueva Aquitania, el de Gironde, por efecto de la gran urbe bordelesa. Sin embargo, el veto alemán no hace distinciones, y se adopta para toda Nueva Aquitania, de ahí que afecte a Ipar Euskal Herria.
Las cifras son abrumadoras, Gironde registró entre el 30 de agosto y el 9 de setiembre una tasa de incidencia de la covid-19 de 67,6 por 100.000 habitantes.
Desmenuzando la región por departamentos, la visión se matiza. De sus doce departamentos, sólo el más poblado, el de Gironde, figura en rojo. Una situación muy marcada por la situación «extremadamente preocupante» que presenta Burdeos con esa tasa de incidencia del 271 casos por 100.000 habitantes.
Del verde al naranja rojizo, en un verano
Por lo que respecta al departamento que engloba a Bearn y Euskal Herria, hay que constatar que, de ser un territorio en verde en julio, ha pasado a estar, tras la temporada alta de turismo, en un porcentaje limítrofe entre el «umbral de vigilancia» (naranja) y el «umbral de alerta» (rojo).
La tasa de incidencia de la covid-19 fue en la última semana del 51,1 en Pirineos Atlánticos. De mantenerse la tendencia, este territorio podría engrosar en breve la lista de territorios en rojo.
La Agencia Regional de Salud (ARS) de Nueva Aquitania, que de por sí no facilita datos sobre Euskal Herria, ha optado además por dejar de reseñar los brotes, como venía haciendo hasta finales de agosto. Imposible, por lo tanto, saber cuál es la situación real en Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi.
Con todo, de no tener prácticamente ningún caso de covid-19, el Hospital de Baiona ha pasado a reconocer que actualmente hay seis personas ingresadas, una en intensivos, según informó ayer Eitb. Y el arranque de curso, con los primeros cierres de centros escolares, ha dejado patente que el virus circula.
En el conjunto hexagonal, sobre 60.000 centros escolares 32 han debido de cerrar sus puertas debido a la Covid-19 y 524 clases han sido clausuradas. Balance de dos semanas de retorno a las aulas.
El mapa se actualiza el sábado
La decisión de cambio de color de un deparamento, con las consiguientes implicaciones a la hora de aplicar mayores restricciones para tratar de frenar la circulación del virus, se adopta en París, y corresponde después a la Prefectura implentar las medidas, que pueden ir desde limitar aforos y horarios hasta establecer en los casos más graves restricciones de movimiento. La próxima actualización del mapa se decide mañana y se conocerá como tarde el sábado. Sin duda será observada con detenimiento desde Pau y también desde Baiona.
El prefecto Eric Spitz no oculta su preocupación ante la posibilidad de que Pirineos Atlánticos figure en rojo cuando el Gobierno galo actualice su mapa, en el que 30 de los 101 departamentos figuran ya en ese color.
«Hemos pasado de tener dos casos al día a principios de agosto a los 45 contabilizados este 9 de setiembre», afirmó gráficamente ayer.
Esos 400.000 turistas y los visitantes locales
Por primera vez, el representante estatal apuntaba a la fuerte afluencia de turismo que se ha registrado este verano en el territorio.
«Incontestablemente esos 400.000 turistas que hemos acogido -sumados a los centenares de miles de habitantes del departamento que han salido de vacaciones- han creado un escenario favorable a la circulación del virus, que está en el origen del aumento de casos» reconocía Spitz, para marcar el objetivo de «estabilizar la situación y tratar de volver a la situación que teníamos a mediados de junio».
Con todo, la institución que representa, que hasta la fecha se ha limitado a imponer alguna que otra sanción a bares y a secundar a los ayuntamientos vascos que han adoptado medidas respecto al uso de la máscara también en espacios exteriores, no ha dudado en tomar decisiones con un cierto sabor populista, y que se sitúan, al menos en apariencia, en disonancia con esa voz de alarma dada por la propia Prefectura a la vista de los últimos y preocupantes datos en relación a la pandemia.
La institución estatal ha decidido así aplicar excepciones en cuanto a la limitación de aforo en vigor para eventos deportivos. Si ir más lejos, Spitz ha aceptado aumentar a 6.000 el número de expectadores que podrán asistir en el estadio Jean Dauger al partido de rugby Aviron-Clermont de este fin de semana.