El Gobierno navarro ha hecho un llamamiento a la sociedad a reducir la vida social al mínimo, según ha destacado la consejera de Salud, Santos Induráin, en una comparecencia para anunciar nuevas medidas contra el coronavirus ante la escalada de casos que se vive en los últimos días.
En este sentido, ha subrayado que es necesario hacer «un esfuerzo colectivo para aplanar la curva» y ha recomendado «guardar los grandes encuentros para mejores ocasiones». Frente a ello, ha abogado por pasear, hacer deporte o ir al cine.
Induráin ha explicado también que a partir de la publicación hoy de la orden foral correspondiente, a partir de mañana se aplicarán medidas más restrictivas en diferentes ámbitos como la hostelería. «No vamos a dejar que esto se nos vaya de las manos. Si sigue la tendencia al alza, tomaremos más medidas», ha subrayado.
Así, se reduce el número de personas en las reuniones a seis personas desde la diez previas. Esta cifra es la que se recomienda también para las reuniones familiares.
Junto a ello, para intentar evitar la celebración de botellones se prohibirá la venta de alcohol a partir de las 22.00, excepto en los establecimientos hosteleros.
En la hostelería, a partir del mediodía se limita el consumo exclusivamente a las mesas y con seis personas como número máximo, tanto en el interior como en el exterior. Solo se podrá consumir en la barra, manteniendo las restricciones anteriores, hasta las 24.00. En todo caso, «se extremará el uso de mascarilla y la distancia interpersonal».
En bodas y celebraciones, el aforo máximo será el 50% del lugar en el que se celebren, manteniendo siempre una distancia de 2,25 metros. En los banquetes no habrá más de 50 personas en el interior y 75 en el exterior. Como excepción, esta norma no se aplicará para las bodas y eventos ya apalabrados para este fin de semana. Esta norma, además de a bodas, se aplicará a ceremonias, velatorios y entierros, culto, mercadillos o centros de fomación no reglada.
Se suspende también la actividad de sociedades gastronómicas y peñas, excepto en las poblaciones menores de 500 habitantes en las que sean el único establecimiento abierto.
Estas normas tendrán, en principio, una vigencia de quince días, cuando se realizará una reevaluación de la situación. «No vamos a
Sanciones más drásticas
Asimismo, según ha avanzado el vicelehendakari Javier Remírez, en la sesión de gobierno del próximo miércoles se aprobará un decreto que reunificará distintas sanciones, introduciendo además un agravamiento de las mismas.
A la espera de la aprobación de la norma, Remírez ha adelantado que la sanción mínima para quienes portan mal la mascarilla será de 300 euros, mientras que la participación en botellones se castigará con un mínimo de 600 euros. Las infracciones muy graves serán sancionadas con multas de entre 60.000 y 600.000 euros.
«Hasta ahora hemos sido pedagógicos, pero a partir de ahora seremos muchísimo más estrictos», ha destacado.