Idoia ERASO

Maitaldia empieza con una gran participación, pero se ve obligado a reducir el número de plazas

El festival de danza Maitaldia, que comenzó el pasado viernes y finalizará el 20 de setiembre en Biarritz, se está celebrando con una gran participación y emoción. Pero debido a la alarmante propagación del covid-19 en Ipar Euskal Herria, las medidas de seguridad sanitarias han cambiado este lunes y han tenido que reducir el número de plazas, de las cuales algunas ya estaban vendidas.

‘Vers un pays sage’ del Ballet de Monte Carlo. (ALICE BLANGERO)
‘Vers un pays sage’ del Ballet de Monte Carlo. (ALICE BLANGERO)

Maitaldia o Temps d’Aimer la danse se está celebrando estos días en Biarritz con una gran emoción por parte de los organizadores, los artistas y el público, que celebran el reencuentro después de estos largos meses de pandemia como «una bendición», según ha explicado la responsable de comunicación del festival, Eloixa Ospital. Pero la alarmante propagación del covid-19 que está teniendo lugar en Ipar Euskal Herria también está teniendo efecto en la organización del festival.

El pasado viernes, el departamento de los Pirineos-Atlánticos se convirtió en zona roja respecto al riesgo de propagación del coronavirus, lo cual conlleva un cambio en las medidas sanitarias. Debido a ello, el número de entradas puestas a disposición del público prácticamente se divide por dos. Hasta este domingo, si se llevaba la máscarilla no era necesario respetar la distancia de seguridad; desde este lunes, en cambio, sí lo es, por lo que hay que dejar una plaza libre entre cada dos.

Gestión día a día

«Estamos gestionando lo de las plazas día a día, por ahora hemos podido reemplazar unas entradas por otras, y cambiar el lugar de emplazamiento en la sala a las entradas que se compraron desde el 5 de setiembre», ha explicado Ospital. En ese sentido, llama a la responsabilidad del público, ya que de no hacerse de esta manera no se podrá organizar de manera óptima.

Este lunes no ha habido problema para situar a las personas en otros lugares, ya que la compañía principal es Malandain Ballet Biarritz, que ya actuó el sábado, por lo que el número de entradas vendidas es menor, pero Ospital lo ha dejado claro: «Si llega a ser el sábado no habríamos podido hacerlo». Tal y como ha informado ella misma, habrá que ir viendo cómo transcurren los próximos días.

Cuando los organizadores pusieron las entradas a la venta en julio la capacidad de las salas era la actual, ya que había que dejar espacio entre los asientos, pero debido al uso de la mascarilla la restricción de la distancia de seguridad desapareció, por lo que se pusieron a la venta todas las plazas el pasado 5 de setiembre. Aunque la declaración de zona roja no se dio hasta el día 11 por la noche, ya la víspera, previendo lo que iba a ocurrir, cerraron las ventas.

Aunque se trató tan solo de unos días, un gran número de personas había dejado la compra de entradas para el último momento, por lo que en ese intervalo se vendió una cantidad importante. Ahora habrá que decidir qué tipo de solución se dará en cada caso.

La emoción del reencuentro con la cultura

A pesar de lo complicado de la organización, Ospital ha declarado que se trata de algo «verdaderamente emocionante». Ha añadido: «Cuando se oían los aplausos en la sala, se veía que eran para los artistas y el espectáculo, pero también por la emoción de reencontrarse en la sala, es muy fuerte lo que está pasando, y realmente el mundo de la cultura se ha reunido».

También ha declarado que se siente entre los participantes del festival esa sensación de «bendición», ya que «no sabemos cuánto va a durar y se vive de manera febril».