Gipuzkoa Basket perdió en su debut liguero ante el Real Madrid, pero tuteó a los merengues, especialmente en el primer tramo del choque, transmitiendo unas expectativas optimistas sobre el rendimiento que puede ofrecer a futuro el bloque dirigido por Marcelo Nicola.
La escuadra vasca, que ejercía de anfitriona en el Bilbao Arena de Miribilla, incluso se permitió el lujo de llevar la iniciativa en el electrónico (19-18) en el primer cuarto y abrir cierta brecha antes del descanso (41-39), aunque finalmente se firmaron tablas al receso, impulsados por el acierto de Williams Magarity –el mejor de los locales–, Jaime Echenique y Dino Radoncic.
El técnico blanco, Pablo Laso, que dio descanso a Facu Campazzo, Rudy Fernández y Anthony Randolph, tuvo que echar mano de Jaycee Carroll, pero especialmente de Sergi Llull –decisivo su concurso para el resultado final–, para evitar la sorpresa.
Dieron un importante tirón los visitantes al inicio del tercer cuarto, hasta colocarse 53-68, lo que parecía inclinado el choque del lado madrileño, pero Gipuzkoa Basket no se rindió. Un parcial de 11-0 con tres triples consecutivos y dos tiros libres de Echenique volvieron a igualar las fuerzas (64-68).
Pero, a partir de ahí, se les acabó la gasolina a los anfitriones, pese a una última reacción (70-77) que no pudo con el poder anotador merengue protagonizado por Llull.
Por su parte, Bilbao Basket volvió a cumplir con la tradición de caer en tierras canarias, si bien en esta ocasión vendió cara su piel, forzando una prórroga en la que dos triples del local Burjanadze y un tapón de Costello a Brown impidieron el triunfo visitante.
Prácticamente durante todo el envite, los de Álex Mumbrú fueron a remolque de su rival, llegando a tener hasta trece puntos de desventaja (52-39 y 66-53), pero sin perderle la cara en ningún momento al encuentro y haciendo la goma en todo momento.
Tan es así, que la entrada de Zyskowski y la vuelta de Rousselle volvió a dar vida a la pizarra vizcaina, cauterizando la herida con otros cinco puntos del base francés, para poner un igualado 77-75 en el luminoso.
Reaccionó el Gran Canaria para volver a irse con diez de diferencia (90-80), pero Balvin y Hakanson volvieron a ser protagonistas en ataque, para propiciar, con un triple del sueco, la igualdad en la contienda (96-96), llegando al 98-98 del final del tiempo reglamentario tras un gancho del local Beirán y una penetración de Rousselle.
Sin embargo, ese postrero empuje no tuvo continuidad en la prórroga, donde el Gran Canaria tuvo mayor acierto ofensivo que el conjunto vasco, quien, una vez más, tuvo que volverse de vacío del pabellón isleño.