Juan Carlos Castillo, alcalde de Azkoien, avanza que el confinamiento se complementará con medidas internas, como el cierre de los espacios públicos a excepción del Ayuntamiento y las escuelas, que seguirán funcionando pese a que ya hay algunos cursos que han sido confinados. 

Los aforos dentro de los bares caen al 50% pero, en líneas generales, la vida dentro de Azkoien en estos días no tendrá muchas más restricciones que las que ya están vigentes en toda Nafarroa. Actualmente, no se pueden reunir más de seis personas en espacios públicos. 

El brote de Azkoien parece muy ligado a las «no fiestas» del pueblo, que normalmente abarcan los dos primeros fines de semana de setiembre. Fue a partir de ese momento cuando se produjo el salto en el número de casos. Cuadra también el perfil de los contagiados, con un 70% de menores de 40 años. 

Castillo cree que, aunque la iniciativa ha partido del propio Ayuntamiento, las medidas no sentarán bien a los vecinos. «Yo creo que la gente no lo entenderá. Nunca se han entendido bien muchas medidas. Todo el mundo se fija más en el vecino que en esmerarse en cumplir él. Es hora de que nos dejemos del reproche y de mirarnos al ombligo. Tenemos que fijarnos en las recomendaciones que nos dan, que son las que nos ayudarán a evitar contagiar u contagiarnos. Invertimos demasiado tiempo en mirar a los demás».

Con 180 casos en tan poco tiempo, la tasa de contagios en esta localidad que no llega a 6.000 habitantes quintuplica la de Nafarroa. 

Las medidas entran en vigor a partir de las 00 horas del jueves 24. Y se prorrogarán de forma automática si la situación no varía.