El presidente de la Associació de Sales de Concerts de Catalunya (Asacc), Lluís Torrents, y el médico internista de Can Ruti Boris Revollo explicaron este domingo esta iniciativa en una entrevista en el programa ‘Via Lliure’, de Rac1.
Revollo indicó que será la primera vez que se usen test antígenos masivos –no una PCR– para valorar si una persona «puede participar en un evento con un gran número de personas, y así reactivar una parte de la economía».
Los test permitirán analizar cuál es la interacción «en un espacio cerrado con la gente viendo un concierto, cantando y bailando, para luego ver si ha habido algún tipo de transmisión o no», detalló Torrents.
Los asistentes deberán acudir con mascarilla y usar gel hidroalcohólico, pero no será necesario que guarden la distancia de seguridad; podrán beber alcohol y entrar al recinto siempre y cuando no tengan síntomas de covid-19 y den negativo en el test.
El presidente de Asacc apuntó que con esta medida las salas pueden convertirse en puntos masivos de hacer test. «Siempre hemos dicho que queríamos trabajar para no ser el problema, sino la solución», reivindicó.