La investigación puesta en marcha por EH Bildu en torno a la pasante del Metro de Donostia, después de su paralización y el anuncio de la nueva licitación del tramo más conflictivo, apunta a que el sobrecoste acabará rondando los 50 millones de euros. Es decir, casi el 100% del proyecto, adjudicado en su día por 53,2 millones a la UTE Sacyr-Cavosa-Campezo-Mariezcurrena-Zubieder.

Este contrato, recuerda EH Bildu, se cerró en un 26% menos del precio de licitación previsto por Euskal Trenbide Sarea (ETS). En estos casos, «quien adjudica el proyecto tiene más responsabilidad en el desenlace que quien lo gana», estima EH Bildu, que recuerda que la máxima responsable de ETS era Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico.

El estudio se detiene en aspectos como los 105 sondeos que anunció el consejero Iñaki Arriola para desarrollar el proyecto. Tras revisarlo, EH Bildu constata que en realidad «muchos son sondeos relacionados con trabajos previos, de otras obras (mercado de San Martín, parking de la Plaza Cervantes...)», hasta el punto de que «solo siete son nuevos, de 2016». Y añade que dos sondeos realizados en 2012 ya referían que era un terreno «con poco roca» o de «gran fragilidad».

«Según los expertos consultados por EH Bildu, no es creíble que ahora se indique que en esa zona va a aparecer arena y agua y que eso supondrá un grave problema», dice el informe.

En este punto se subraya además que «se han hecho predicciones contradictorias sobre esta zona de 400 metros [entre la Plaza Easo y la playa] aún sin excavar; según los responsables de la obra, hasta el 5 de junio los estudios realizados concluyeron claramente que todo era roca sana, pero de la noche a la mañana ahora esos 400 metros son inestables, hay que cambiar el método de perforación y volver a licitar la obra».

El informe es tajante en este punto: «Cualquier donostiarra sabe que toda esa zona era una marisma hasta que se construyó en ensanche. Cualquier donostiarra hubiera dicho, sin necesidad de estudiar Geología, que si haces un túnel desde Easo a Miraconcha, pasando por La Concha, encontrarás agua y arena. Más allá de la sabiduría popular, lo cierto es que en los últimos años se han realizado obras en la zona, como el parking de Alderdi Eder y la remodelación de Okendo, y era habitual que aparecieran arena y agua».

El documento técnico de rescisión sigue oculto

El estudio se basa en revisión de informes y en reuniones con expertos, agentes sociales, representantes de trabajadores... Pese a ello, EH Bildu asume que le falta documentación esencial, como «el documento que recoge las razones técnicas para la rescisión del contrato. No se entiende por qué no se ha hecho público», indica, incidiendo en el «oscurantismo» en torno a la obra.

«Ni han contado lo que realmente sabían, ni lo que estaba ocurriendo bajo tierra, ni tampoco lo que estaba ocurriendo en oscuros despachos público-privados», añade EH Bildu. Pone como pruebas añadidas que a día de hoy se sabe que «no se estaba trabajando en el túnel desde principios de junio», aunque los concejales de PNV y PSE sostuvieran lo contrario, y que hay certeza de que «sabían hace muchos meses que la obra iba a tener que pararse cuando se llegara a las inmediaciones de la obra. Al menos desde que comenzaron la nueva campaña de sondeos de finales de 2019. Y no es descartable que lo supieran incluso antes del inicio de la obra».