A través de su pintura, Xabier Obeso comparte sus reflexiones filosóficas con el espectador

Data

24.07.01 - 24.09.04

Lekua

Gipuzkoa - Donostia

Xabier Obeso, este lunes, en la exposición que ha abierto en Donostia.
Xabier Obeso, este lunes, en la exposición que ha abierto en Donostia. (Andoni CANELLADA | FOKU)

‘El viaje interior es el retorno hacia el paraíso perdido, el día del nacimiento’ y ‘Cuando muestro lo que pinto, muestro lo que soy y comprendo entonces que no estoy solo’. Son las dos frases que presiden la muestra que Xabier Obeso  (Errenteria, 1952) protagoniza en la casa de cultura Okendo de Donostia.

En la obra –realizada en los últimos 10-15 años– se entrelazan el arte y la filosofía. No en vano son dos temáticas que despiertan una gran atracción en él. «Son mis dos grandes pasiones y trato de unirlas», ha señalado.

«Es una invitación al público a compartir conmigo mi mundo interior», ha agregado. En esta sociedad de violencia y horror el arte es uno de los caminos a través de los cuales podemos llegar a esa sociedad –de momento utópica– de la concordia, de la empatía y del amor. Este espacio que se crea con los cuadros y las reflexiones filosóficas que interactúan con la propia obra, me van dando la oportunidad de compartir con el mundo a ese mundo de lo sutil, de las emociones, de la espiritualidad. Es la parte que nos hace humanos y nos diferencia de otros animales y tan poca oportunidad tenemos de activar y de poner en valor», ha explicado.

Simbolismo

El artista ha elegido la vía del simbolismo para unirlos. En su propuesta, el arte es el intermediario entre la inteligencia y el alma, y la filosofía en la que se explica todo. El artista transforma la materia, a la vez que la materia transforma al artista. Dentro de esta dialéctica, lo oculto queda al descubierto. Según el artista, a través de la simbología se puede llegar a las dimensiones y lugares ocultos del espíritu que, siendo propios, todavía no se conocen.

Obeso cuenta con una larga trayectoria como pintor. Ha llevado a cabo numerosas exposiciones tanto en Euskal Herria como fuera de nuestro país. «Para la crítica es uno de los referentes del realismo contemporáneo –ha recalcado Larraitz Zinkunegi, directora en funciones de la casa de cultura Okendo–. Se ha dicho que su obra es filosófica, trascendental y simbólica. Filosófica, porque reflexiona sobre cuestiones profundas relacionadas con la necesidad de crecimiento del ser humano. Trascendental, porque supera los límites de lo conocido, profundizando en el inconsciente. Simbólica, porque se expresa a través del lenguaje de los símbolos».

Reunir todo una reflexión en una sola imagen es muy difícil en opinión de Obeso. «Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Yo siempre digo que lo complicado es encontrar esa imagen que lo cuente todo. Casi sin darme cuenta, he encontrado un mundo que desconocía, el de la simbología. Ayudan a narrar eso que es inexplicable y representar», ha explicado. De ahí que utilice símbolos recurrentes como el agua, la cueva, la piedra, los suelos ajedrezados…

La piedra bruta representa al ser humano en el momento de su su nacimiento. «Todo lo que puede ser está en el interior de la piedra. En la misma piedra están todas las esculturas realizar y las que están por venir», ha indicado. El agua es la vida. «Es el flujo de la vida». El juego ajedrezado simboliza la consciencia del bien y del mal. De que en cada paso que damos lo fácil –lo blanco– o lo difícil –lo negro–. Cada vez que hacemos la elección desaparece para siempre el camino que no hemos hecho. Se van abriendo. nuevas perspectivas en función de lo que vayamos eligiendo. El dolmen, por su parte, tiene que ver con la consciencia de la muerte y lo condicionante que resulta», ha dicho.

«Gustav Jung ahondó en los símbolos. ‘La mera contemplación de un símbolo aun no conociendo su significado producirá un efecto en el espectador sanador y restarador de los arquetipos dañados’, dijo. Casi nada. Yo no entiendo conscientemente el símbolo, pero mi mundo interior sí lo reconoce y lo asocia. Es como la poesía, trasciende a las propias palabras, en el arte ocurre lo mismo, la obra trasciende al mensaje», ha proseguido.

Esferas

En la sala, además de las obras que cuelgan en las paredes de la sala, el visitante se encuentra con unas esferas suspendidas en la que se pueden leer los textos que acompañan a los cuadros. Son pensamientos y reflexiones que Obeso quiere compartir con el espectador. «En lugar de estar en la pared, los textos están en el aire. Son las esferas que se repiten en las obras, es como si se escaparan de ellas para darnos un mensaje», ha señalado Zinkunegi.

«Esas burbujas que flotan, que forman una especie de performance o instalación, interactúan con los cuadros. Y estos, a su vez, explican los aforismos o pensamientos rápidos, pero de gran contenido filosófico».

El espectador se percatará de que las obras no tienen título. Obeso ha explicado la razón que existe tras esta decisión. «Ya en mis primeras exposiciones me di cuenta de que el hecho de ponerle título condicionaba su lectura».

Además de la creación pictórica, forma parte de la muestra un cortometraje, titulado ‘Arragoa’. Participan diversos artistas, amigos todos del artista.  

Todo los viernes de julio el propio artista guiará las visitas a la muestra. Será a las 18.30. Obeso aprovechará la ocasión para departir con los visitantes sobre lo que sugieren sus creaciones a cada uno de ellos. «Me gusta hacer visitas guiadas en todas mis exposiciones. Explico mi proceso creativo –siempre resulta interesante por qué y cómo has llegado a donde estás– y después nos da la oportunidad de hacer una tertulia en la que suelen participar todos los presentes con mucho entusiasmo. Esto es debido a esa necesidad de los seres humanos de poder entrar en ese territorio de lo sutil».

La muestra permanecerá abierta hasta el 4 de setiembre. El horario de visita es de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.30. Sábados y puentes de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.00. Cerrado domingos y festivos. Entrada libre.

Kokapena

Okendo Kultur Etxea
Nafarroa Hiribidea, 7
Donostia. Gipuzkoa