Este año que termina, la red de apoyo a los represaliados vascos Sare ha cumplido una década de trabajo por la paz en Euskal Herria. En este tiempo, se han producido avances importantes en esa dirección. Sin embargo, y a pesar de que han pasado ya más de seis años desde la desaparición de ETA, persisten las excepcionalidades en el trato que reciben los prisioneros políticos vascos y, por lo tanto, continúa sin cerrarse de forma definitiva el conflicto que durante tanto tiempo ha enfrentado a Euskal Herria con los Estados español y francés. Se mantiene la vulneración de los derechos de los presos y presas, y de esta forma, se prolonga la injusticia y el sufrimiento injustificados hacia este colectivo en particular y hacia la sociedad vasca en general.El proximo 11 de enero, como cada mes de enero de hace ya demasiados años, Sare ha convocado una manifestación en Bilbo bajo el lema "Behin betiko", cuyo objetivo es reclamar la resolución integral del conflicto, a través de una solución justa al problema de las cárceles, de los exiliados y de los deportados. La ausencia de violencia no es sinónimo de ausencia de conflicto. Obviar esta realidad no es simplemente un error, sino una estrategia peligrosa que pone en riesgo la apuesta por una convivencia pacífica, sólida y duradera. Junto a ello, y de igual importancia, es imprescindible garantizar que las víctimas de las diferentes violencias obtengan el reconocimiento y el conocimiento de la verdad. Y en este último capítulo, los familiares de los presos y presas merecen una mención especial. Durante largas décadas, madres, padres, parejas, hijos, hijas... han sido la diana fácil e indefensa de políticas carcelarias tan crueles e indignas como ilegales, por parte de un estado que solo perseguía un objetivo: la venganza.El día 11, las calles de Bilbo volverán a llenarse con millares de voces que certifican que la sociedad vasca ha apostado fuerte por la desaparición de los escenarios de violencia, pero que claman porque todavía queda pendiente la erradicación definitiva de la conculcación de derechos humanos. Behin betiko!