Arturo Puente
Arturo Puente

La vieja derecha de Trump

Lamento dar malas noticias a la gente que, como yo, aún nos creemos medio jóvenes, pero ya hace casi ocho años que Donald Trump apareció en aquellas primarias republicanas. Era entonces un empresario famoso pero, como político, un personaje extravagante por el que pocos daban un duro. Lo que pasó después no hace falta contarlo. El caso es que ahora está de nuevo compitiendo por ser el candidato republicano a las presidenciales de noviembre.

Y tiene posibilidades, tanto de ser presidenciable como, aunque sea más difícil, de volver a la Casa Blanca. Pero hay algunos matices nuevos que ha comenzado a introducir en su discurso y que, a la espera de ver si los abraza, ya resultan sorprendentes. Si el Trump de 2016 era un agente del caos y un alborotador de la política, ahora el republicano se presenta como una especie de cirujano de hierro capaz de devolver a su país y al mundo a la calma y a la estabilidad.

Es cierto que en lo económico EEUU está capeando el temporal mejor que Europa, aunque también allá los trabajadores notan los efectos del reequilibrio del poder global, los problemas de los viejos dogmas económicos y la crisis ecológica. Y, relacionado con lo anterior, en los últimos cuatro años este planeta se ha convertido en un lugar más peligroso, al menos desde el punto de vista occidental. Guerra en Ucrania, Israel acelerando el genocidio, la OTAN rearmándose contra viejos y nuevos enemigos.

Tiene sentido que Trump juegue ahora la carta del déspota sereno. Pero la cara B de eso es que el programa que presenta puede acabar siendo el de la derecha más clásica, en realidad muy similar al de cualquier candidato republicano en el último siglo, y bastante diferente de aquel Trump disruptivo que lo impugnaba todo y que, gracias a ello, era capaz de conectar con un electorado desesperado y transversal en lo ideológico. A la Alt-Right norteamericana se le está cayendo el «alt» y se está quedando únicamente en la «right» de toda la vida. Y esto es un cambio tan inesperado como interesante.

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