" Grabé varios planes que tenían para atacar posiciones en las que se escondía el Polisario. Yo sabía que lo querían hacer porque a las mañanas antes de entrar en mi oficina pasaba por delante de un mapa con acciones militares hechas y por hacer. Confiaban ciégamente en mi, creían que no les traicionaría, pero era al contrario. ¡Hubiera sido un traidor si no hubiera ayudado a mis camaradas del Polisario! Hubo un contra-ataque del Polisario gracias a la información que pasé por la red. Era un lunes cuando descubrí que iba a estar un alto rango en Amgala, que montarían una fiesta con putas para los oficiales sin que los más altos mandos lo supieran. El martes a la mañana lo pasé con una nota de urgencia a mi contacto. Sería el miércoles a la noche cuando estarían los oficiales en la fiesta. En menos de un día, la información que recopilé y envié había dado todos los pasos y llegado al Polisario en Tinduf.
Entraron en el campamento militar y apresaron a todos los oficiales, fue un duro golpe para el ejército marroquí. Estaban heridos en su orgullo. Durante 10 años, el Polisario los mantuvo preso en los campamentos de refugiados, los familiares de los militares marroquíes no tuvieron una información clara durante todo este tiempo. A algunos les dijeron que habían muerto en batalla. Preferían decir que habían muerto en el campo de batalla que admitir que les habían capturado. Yo veía como venían esas esposas, madres, hermanas y hermanos casi semanalmente a pedir explicaciones. Se les entregaba un sobre para que no hablaran, como compensación. Yo quería humillarlos más aún a los militares y decidí pasar una nota para que publicaran a nivel mundial algún video con los capturados años atrás y que explicaran dónde y cómo los capturaron. Cuando lo hicieron los familiares se agolpaban a la puerta de la comisaria donde se iban a pedir explicaciones de este tipo. La opinión pública marroquí se empezó a preguntar entonces si en la guerra que les contaban a diario en las televisiones sería todo verdad. Hubo un diario que publicó una editorial con un título que decía algo así como "¿Qué hay de verdad en la guerra del Gran Sur?". Al director lo detuvieron y pasó unos cuantos años en la cárcel. Con Hassan II no se juega.
Foto: Soldados marroquíes capturados en Amgala. Archivo Saharaui