Habló el rey de los españoles y nadie prestó atención a lo dicho por el Borbón salvo una serie de cortesanos oficiando de exégetas que, pretendidamente, interpretan lo que en realidad quiere decir cuando dice, qué dice, en dónde, cómo y por qué lo dice. Obviando ser una perorata leída y escrita por otros, tan llena de lugares comunes vacuos y reaccionarios como las que deletreaba monocordemente su padre el emérito.Carlos Mazón se descuelga con nueva versión, sexta: había acudido a la comida en un reservado con la periodista y coach en oratoria, no como presidente de la Generalitat, sino como presidente del PP del País Valencià. No era Superman, era Clark Kent. Desconocemos si la maestra de oratoria, tras más de tres horas de gaudeamus, percatose de la mutación. Y ahí sigue con un par, responsabilizando a otros de sus actos y sus incapacidades. CCOO/UGT acaba de firmar un convenio con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para el personal funcionario de la Comunidad permitiendo la retirada del complemento a la carrera profesional a quienes promuevan «huelgas, concentraciones, manifestaciones, campañas o cualquier otra medida de conflicto colectivo». Acaso para algunos subsistir sea ya mucho y lo de la dignidad algo excesivo. Aunque por estos lares andemos un poco más dignos, pronto pintarán bastos. Como propósito para 2025 no estaría de más desechar las ilusiones y prepararse para la lucha. PS: El ejército israelí sigue exterminando a la población palestina. En la última masacre del jueves había cinco periodistas que se encontraban en un coche claramente identificado junto al único hospital que quedaba al norte de Gaza. Según el Gobierno israelí, «eran periodistas y terroristas a un tiempo», igual que fontaneros, electricistas, médicas, maestras, bebés de pecho con sus madres y todo lo que sea o no un palestino; todos ellos, además de lo que puedan o no puedan hacer en su vida son, de condición, terroristas. Y ellos, los judíos, el pueblo elegido por Dios. Aun verdugos, víctimas perpetuas a ojos de Europa.