Cada vez vienen más. Este pequeño terruño en el que el Pirineo se acuesta ante el mar atrae cada año atres mil y pico nuevos vecinos, la gran mayoría franceses, según el último informe del instituto público deestadística. El nuestro es lo que los estudiosos de la geografía humana denominan un territoriodemográficamente dinámico. El estudio del INSEE no lo detalla, pero sondeos anteriores explican que elimán es una combinación de empleo y bienestar, ingrediente este último que se declina en paisaje, engastronomía y en la manera en que se viven ambos por estos prados. La cultura, al parecer, es también unatractivo, pero que se queda en mero folclore. A la espera de la próxima encuesta sociolingüística, ladinámica demográfica representa de por sí un retroceso para el euskara, porque muy pocos de los reciénllegados se interesan por nuestra lengua. La mayoría son y se sienten franceses en Francia, pero sí que escierto que algunos de estos nuevos vecinos conocen el lugar en el que acaban de instalarse, convirtiéndoseen aprendices de euskaldunberris o inscribiendo a su prole en las ikastolas. En el concierto de FerminMuguruza del pasado martes en el Atabal biarrota había una muestra de ello, con padres e hijas dibujandotodos los colores para un país que no sólo es verde. Cada vez vienen más, sí. Pero de nosotros tambiéndepende que, con ellos, cada vez seamos más.