Itziar Ziga
Itziar Ziga
Una exrubia muy ilegal

Amor propio

¡Nunca abandones tus fantasías guarras! Orgasmar hierática también mola. Tengo que probarlo en la línea 4 de la villavesa ahora que lo pienso. Veinte minutos de trayecto, tiempo de sobra

La prodigiosa actriz de 77 años llamada Petra Martínez, improvisó una divertida oda a la masturbación el sábado pasado al recibir un premio. «Yo pienso que la masturbación está totalmente silenciada, y yo ahora me masturbo como tres o cuatro veces al día porque he cogido la manía, y Juan me dice: vamos a la cama. Y yo le digo: no, prefiero en el sofá, viendo la tele...». Reconoció después que fue precisamente el pudor que le había brotado al leer el guion de la película “La vida era eso”, en la que tenía que tocarse eróticamente bajo las sábanas de un hospital, que fue encontrarse con esa sexofobia impuesta patriarcalmente que creía superada, lo que le llevó a reivindicar en público el orgasmo autoinfligido, también y sobre todo, en una mujer mayor. Y lo de pajearte es algo que, como ella dice, puedes hacer sola o acompañada. «Lo más importante de esta película ha sido haberme masturbado delante de mucha gente».

Hace trece años, varias amigas ayudamos a nuestra Diana Pornoterrorista a cumplir un sueño: masturbación colectiva en espacio público. Fue en la universidad, en Valencia. Por supuesto, apareció la pasma: estaban atónitos e incomodísimos, eso fue lo mejor. «Tenéis que dejar de hacer ESO». Y Diana eyaculó sobre los zapatos de la uniformada autoridad. También mola follarse a una misma en lugares concurridos sin que nadie se entere, soy experta. Claro, es más fácil para quienes portamos un clítoris, basta con cubrir tus piernas con el abrigo y mover un dedo. Autobuses, trenes, aviones,… cierras los ojos y te lanzas a tus fantasías. ¡Nunca abandones tus fantasías guarras! Orgasmar hierática también mola. Tengo que probarlo en la línea 4 de la villavesa ahora que lo pienso. Veinte minutos de trayecto, tiempo de sobra.

Concluyo parafraseando a la inmunda política ultraconservadora Sarah Pallin, que anda por ahí negacionista perdida aunque al menos coherente, no como Trump que se ha metido hasta la tercera dosis, ella ni una, contagiando a lo loco. De la brillantes perlas fascistas de Sarah, me desternillo con esta: si Dios no quería que comiésemos animales, ¿por qué los hizo de carne? Pues eso: si Dios no quería que nos masturbásemos, ¿por qué nos dio unos brazos tan largos?

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