Oroitzapenak

OROITZAPENA

Conocedor y maestro indiscutible de Berlioz

“Colin DAVIS“

(1927-2013)

Considerado unánimemente como un conocedor y maestro indiscutible de la música de Berlioz, el director de orquesta británico sir Colin Davis era también una de las mayores figuras de la música clásica en el Reino Unido, donde lideró las principales instituciones e inspiró a generaciones de músicos. Su capacidad para cautivar al público se reconoció con galardones como el Brit de música clásica en 2008 y varios Grammy, entre ellos en 2006 por su ópera «Falstaff» para la Orquesta Sinfónica de Londres (LSO).

Es en la LSO donde discurrió buena parte de la carrera de este especialista en Mozart y Berlioz, pues se convirtió en su presidente en 2007 tras ser su principal director entre 1995 y 2006, el periodo más largo desempeñado por ningún maestro. Su debut en 1959, aún como director autónomo, marcó un giro en su trayectoria que le llevaría a encabezar las principales orquestas y a consolidar un estilo grandioso y apasionado, capaz de inspirar tanto a los músicos como al público.

Quinto de siete hermanos en una familia de modestos recursos amante de la música clásica, a la que se aficionó desde una edad temprana gracias a un gramófono que había en su casa, un pariente acomodado le costeó los estudios de clarinetista en el colegio Christ's Hospital, tras lo cual obtuvo una beca para el Royal College of Music, donde comenzó su carrera como un destacado intérprete de clarinete. Su mayor interés, no obstante, era la dirección orquestal, pero no fue admitido en la escuela por no tener un nivel de piano muy alto. Sin detenerse ante este escollo, Davis formó junto a unos amigos la orquesta de Kalmar, que le sirvió para formarse de manera autodidacta.

Como apuntaba el crítico de GARA Mikel Chamizo en la visita que Colin Davies realizó al frente de la Gustav Mahler Jugendorchester a la Quincena Musical donostiarra en 2008, «las claves de su carrera las aportan los directores a los que Colin Davis fue reemplazando según avanzaba su carrera: primero, a Otto Klemperer; después, a Thomas Beecham y, en 1971, a sir Georg Solti. A este lo sustituyó como director musical del Royal Opera House de Londres, puesto en el que Davis mantuvo hasta 1986 y que le consagró definitivamente como una de las figuras principales de la música inglesa. ¿Por qué se le da tan bien a Davis la música de Berlioz? -se preguntaba- Davis se identifica, en gran medida, con el prototipo de director inglés, un modelo harto difícil de explicar sin caer en los tópicos. Digamos que, en sus interpretaciones, se puede respirar el carácter y la flema británica, a las que Davis añade unas altas dosis de chispa y emoción, haciéndole especialmente afín a un compositor que, como Berlioz, compagina constantemente en su música lo racional con lo irracional. O a Sibelius, el otro autor autor cuyas obras se podrá escuchar esta tarde, y cuya integral sinfónica grabada por Colin Davis sigue siendo todavía hoy referencial».