Quizás haya algún experto en toponimia que lo pueda explicar, pero siempre me ha parecido una paradoja extraña que uno de los parajes más hermosos de Euskal Herria se denominará Itxusi. Este espectacular farallón rocoso se encuentra en las laderas de Artzamendi, en la muga entre Nafarroa y Nafarroa Beherea, y enfrentado a otra de las montañas de mayor valor estético de nuestra geografía, como es Irubelakaskoa.
Vamos a proponer para nuestra excusión de hoy un recorrido circular por el entorno de Peñas de Itxusi que, de seguro, no va a dejar indiferente a nadie que lo realice.
Iniciaremos nuestra andadura desde el caserío Aruxia (ver cómo llegar). Unos metros antes del caserío arranca un sendero de la GR-10, que nos llevará hasta el emplazamiento de Harpeko Saindua, (15 min), la cueva en cuyo interior se encuentra una estalagmita a la que la tradición popular ha atribuido secularmente virtudes curativas (una linterna es útil para observar la formación).
Trepando con rotundidad
El sendero de la GR comienza ahora a trepar con rotundidad por el flanco rocoso para adentrarse en la barranca. La GR continúa ascendiendo hacia Zelaiburu, pero nosotros vamos a cruzar la regata (55 min), que marca la muga entre Nafarroa y Nafarroa Beherea, para tomar un sendero que emprende hacia la izquierda el flanqueo de la ladera hasta alcanzar el promontorio de Martikotenea (620 m). Alzada sobre una vertical rocosa, esta atalaya marcará el inicio de un impactante recorrido por las alturas de las Peñas de Itxusi (1,05 h).
Un tenue sendero nos va a llevar en adelante en un festoneo panorámico por el borde de los farallones. Llegamos así a dominar el lomo que se apoya sobre el espolón central (1,20 h). Sobre nosotros trazan círculos decenas de buitres. Al frente, queda la cumbre de Irubelakaskoa, que alguien bautizó como «la montaña más bella de Euskal Herria». El ambiente montañero es impresionante.
Tras superar el collado del espolón central, el sendero describe un descenso (evitar los senderos de media ladera), para equilibrarse pronto y penetrar sesgando en la profunda barranca de Epalza (1,30 h). Al otro lado del arroyo, junto a una antigua borda, tendremos el mirador perfecto sobre esta espectacular cascada que se precipita casi un centenar de metros por la muralla.
Nuestra ruta sigue bordeando los contrafuertes rocosos hasta salvar la barranca de Iraizaleko erreka, también surcada por una cascada. La dirección del sendero nos situará en un punto idóneo de observación de este nuevo atractivo de la travesía.
Silueta cónica de Iguzkimendi
Es el momento de abandonar el borde de la muralla y fijarnos en la silueta cónica de Iguzkimendi, a cuya cumbre pretendemos ascender. Buscando sendas en esa dirección daremos con una pista que nos enfila sin dudas hacia los herbales del repecho final (844 m) (2,40 h).
Tras disfrutar desde la cima de horizontes que van desde la costa al Pirineo, iniciamos el descenso. Vamos a hacerlo contorneando por la base los pilares de las Peñas de Itxusi que hemos recorrido hasta ahora. Para ello, descendemos de nuevo hacia el col de Iguzkimendi hasta pisar la pista que viene desde el col de Veaux. Caminamos unos metros por ella en dirección N. con la referencia de una pequeña barrera rocosa que vemos al frente. Junto a estas rocas desciende un pasillo herboso hasta entroncar con una pista inferior.
La pista es ahora amplia, pero después de un pequeño collado penetra entre los helechos trasformada en una senda. A su entrada, un tocón de madera y un cairn nos ayudan a orientarnos. Descendemos ahora con rapidez por esta senda, que confluye con una pista en el eje de una barranca. Nos unimos a la pista hasta el momento en el que traza una marcada curva descendente. La dejamos para seguir al otro lado por la senda que continúa en la misma dirección que traemos (cairn) (3,40 h).
Llegaremos así a un cruce a la altura de los muros derruidos de Iraizaleko borda que vemos bajo nosotros. Un rústico letrero nos indica la dirección hacia Bidarrai que vamos a seguir (3,55 h). Poco más adelante, tras cruzar un arroyo, un cairn nos marcará la continuación correcta de nuestra ruta. La senda se estrecha, pero mantiene su faldeo, que se convierte en fuerte descenso hacia el enclave de Lartezarreko borda (4,25 h). El panorama sobre las peñas, ahora desde la base, sigue siendo magnífico.
Evitando llegar hasta el caserío, la senda gira a la izquierda hacia una barranca salvada por un doble puente. Al otro lado, la senda (cairn) se desvía hacia la izquierda, desechando la ancha pista que desemboca en una langa (4,14 h).
Barranca de Urritzate
El sendero, estrecho, pero mantenido, nos permite un avance panorámico sobre la impresionante barranca de Urritzate, hasta encontrarnos con una pista que tomaremos en su tramo ascendente. Pasamos junto a una borda renovada, antes de cruzar sobre un nuevo puente. El caserío Bernatenea, final del camino, está ya a la vista. Pasaremos las tres langas que nos salen al camino teniendo el cuidado de volverlas a cerrar. Solo nos quedan por salvar 600 metros de carretera en ascenso para volver al coche (5,45 h).