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Andoni Luis Aduriz, embajador de la cocina japonesa por su divulgación

El chef del restaurante Mugaritz, Andoni Luis Aduriz, ha sido nombrado Embajador de la Cocina Japonesa por su divulgación e impulso, un título que otorga el Gobierno nipón a quienes difunden su cultura culinaria.

Andoni Luis Aduriz, en el restaurante Mugaritz de Errenteria, el pasado verano. (Jon URBE/FOKU)
Andoni Luis Aduriz, en el restaurante Mugaritz de Errenteria, el pasado verano. (Jon URBE/FOKU)

Andoni Luis Aduriz ha sido elegido por el Gobierno nipón Embajador de Buena Voluntad de la Cocina Japonesa, título que se creó en 2015 y que ostentan cocineros como el siete estrellas Michelin Yoshihiro Murata; Nobuyuki Matsuhisa, impulsor de la cadena Nobu que popularizó la gastronomía nipona en el mundo; el nutricionista y presidente de la Escuela Hattori de cocina, Yukio Hattori; y Yoshiki Tsuji, presidente del Instituto Culinario TSUJI, la escuela de cocina más grande de Japón.

El chef del Mugaritz, con dos estrellas Michelin, ha recibido esta distinción gracias a que la propuesta culinaria del restaurante de Errenteria «siempre ha estado muy inspirada por la cultura japonesa, desde ingredientes, técnicas, utensilios, hierbas, hasta su propuesta líquida de sakes», indica el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca nipón.

Desde el restaurante se recuerda que han sido «muchos» los platos que han nacido fruto de esa inspiración, como kagami de piñones y raspaduras de hielo, arroz pulido cremoso seimaibuai con setas, temperatura vs sabor, sobre el Hirezake, pastel negro de arroz fermentado o mochi asado.

«La versión más afinada posible»

Para Aduriz, la cultura japonesa está «muy volcada hacia la contemplación, hacia el trabajo del artesano, y que engarza con sus propias tradiciones», además de una especialización que busca «alcanzar la versión más afinada posible en cualquier ocupación».

«Ese ritual del esplendor se respira en la ceremonia del té, en la concentración del alfarero, en la fijación del ingeniero, en las rutinas del creador de cuchillos. La reiteración como ejercicio preferente, maduro, casi espiritual. En ese ejercicio de búsqueda y de inspiración constante, Japón se convirtió en parte del imaginario de Mugaritz», añade el cocinero donostiarra.