Es aconsejable hacer esta excursión en otoño, ya que con solo acercaros por la vieja carretera a Montoria en esas fechas, con esos colores otoñales que nos regala el bosque, ya habéis amortizado el viaje. Y eso sin haberos bajado todavía del coche.
Este recorrido es la última frontera. Del pueblo tomaremos la única pista que sale hacia el Sur, hacia la montaña. Cuando lleguemos a la primera bifurcación, tomaremos la de la derecha. Continuaremos por la pista que cada vez se vuelve más salvaje hasta convertirse en sendero. Al llegar a una pista que atraviesa, llaneando, al sendero por el que vamos, giraremos a la derecha y avanzaremos por ella. En el siguiente cruce de pistas giraremos a la izquierda para salir al Puerto de Osluna.
Una vez en el filo, continuaremos por la pista hacia el Este. En breve, veremos un par de mojones a la derecha que nos señalan un sendero, el cual sube haciendo eses. Cuando estamos a punto de llegar al filo, da la impresión de que el sendero se va hacia el este, por la ladera, sin subir a dicho filo. Sin embargo, aquí tenemos que seguir por el sendero “verdadero”, de frente, directos al filo.
Cumbre del Atxabal
Una vez en la cresta de la montaña, simplemente deberemos seguir unas señales verdes. Un par de trepadas en los picachos del final y, tachán, la cumbre del Atxabal (1.165 m). Justo en la cima, nos elevaremos por encima del manto protector del bosque para disfrutar de unas hermosas vistas. Los años pasan y las cosas vienen y se van en la vida, pero al volver aquí este lugar sigue igual de mágico y de “majico” que siempre.
Desandaremos lo andado para volver a la pista y seguirla hacia el este. Cuando salgamos de nuevo al filo, al Puerto de Ataun, veremos a la derecha unas señales verdes. Se trata de un precioso sendero que va por todo el filo de la montaña. Tiene de todo: bosques, larras y, además, es muy cerrado, lo cual le da un encanto especial. Nos dejará en la cumbre de Las Cocinas (1.184 m), rico, rico y con fundamento.
Seguiremos por el sendero hacia el Este. Pronto dicho sendero se divide en dos; cogeremos el de la derecha, porque es el más directo. Volveremos a la pista de antes para seguir hacia el Este. En el siguiente cruce de caminos, cogeremos el de enfrente, el que está marcado con dos mojones. Se trata de una pista bastante embarrada. Cuando lleguemos al punto más alto de dicha pista, veremos un difuso sendero que se dirige a la última cumbre de la jornada.
San León
Si no queréis ir por este sendero tan guarro y empinado, podéis continuar por la pista unos 300 metros más hasta llegar al Puerto de Herrera, donde sale otro sendero en bastante mejor estado. Tras superar la arista rocosa del monte, donde si queremos podemos hacer incluso alguna trepada, saldremos a San León (1.217 m).
Volveremos sobre nuestros pasos a la pista embarrada. La desandaremos unos 500 metros hasta llegar a un cartel de madera que nos indica la vuelta a Montoria. Nos saldremos de la pista para tomar dirección Sur. Acto seguido, avanzaremos primero por bosque y después por larra. Al final de dicha larra, giraremos a la derecha por una pista. En el siguiente cruce de pistas, giraremos a la izquierda para ascender suavemente por esta nueva pista.
Por último, bajaremos a una vaguada por la que pasa un río. Sin cruzar dicho río, veremos un sendero a la derecha que cogeremos. Este sendero desciende paralelo al río, es muy difuso y salvaje, aquí la sensación es de estar perdidos en medio de la montaña. De repente, nos daremos de bruces con una pista, al lado de la cual hay una pequeña presa de agua. Solo nos resta descender por dicha pista para volver, sin pérdida, a Montoria, broche de oro para una Sierra de otra galaxia.