«Gasolina y fuego en el motor / el motor de la destrucción / adrenalina y furor, adicto a tu veneno sin temor (...) Me hice adicto, me hice adicto al rock, rock'n roll», canta Kaotiko en el contundente ‘Adicto’, el primer adelanto de los once temas que incluye ‘Sin filtro’, su último trabajo. El segundo es ‘Gatillazo’: «Machito de boca si no se coloca / ha brillado por su ausencia / si ya has acabado recoge tu ropa / me has dejado todo loca».
En su noveno trabajo de estudio –hay otros dos en directo– y tres años después de su última grabación, la veterana formación punk-rock alavesa vuelve a su medio natural, el directo, y se niega a abandonar una adicción muy sana, el rock.
La banda de Agurain –aunque mantiene allí el estudio, se podría decir que ahora, por el lugar de residencia de sus componentes, es una especie de ‘max mix’ entre la Sakana y la Llanada– ha recalado en Bilbo este martes en la gira de presentación ante los medios de ‘Sin filtro’, un trabajo que se publicará el viernes 18 de febrero.
La gira de conciertos arrancará en marzo en Gernika (día 4), mes en el que tienen gran número de conciertos: 8 de marzo en Donostia, 11 en Amurrio, 12 en Tafalla, 16 en Barcelona, 19 en Lleida, 25 en Zamora y 26 de León. En abril tienen atados de momento Toledo (día 2), Logroño (8), Zaragoza (22) y Almazán (23).
Son 22 años en la carretera, «peleando por seguir», como han reconocido Xabi Drummer (batería y voz), Aguayo (guitarra), Jonny (voz), Mortx (bajo y voz) y Aguayiko (guitarra y voz) en Bira Kulturgunea. Les ha caído alguna multa en su paso por la gran ciudad –«somos de pueblo», han dicho en su descargo–, ante los medios han tirado de sentido del humor –«gracias por venir y adiós»– y, amables como ellos solos, hasta han hablado sobre cómo han vivido en lo personal estos dos años en los que han estado casi sin tocar en directo. Han hecho algún que otro concierto con el público sentado, pero «es una sensación rara, porque no hay feedback», han reconocido.
Once «trallazos»
Creado durante la pandemia, ‘Sin filtro’ puede que sea el disco más propio, ‘más Kaotiko’ y más trabajado de la banda en sus dos décadas de carrera. «Antes nos pillaba siempre de gira», han reconocido, y la situación les ha obligado a parar, «a estar más con los de casa» y a encerrarse más en el proceso de creación y de ensayo. «El primer año lo pasamos bien, estuvo bien, pero el segundo ya era un agobio», ha reconocido Xabi Drummer.
Batallando con las restricciones, hasta con las geográficas, para poder reunirse y ensayar, este disco es también el reflejo de una evolución de la banda, que no abandona su sonido de siempre pero que también ha apostado por experimentar con nuevos sonidos sin perder su esencia. Al grabar con Paskal Etxepare en sus estudios de Hazparne y Baiona –Paskal es también su técnico de sonido en los directos– lo que buscaban, han dicho, ea «un sonido diferente, más internacional, como el de los grupos guiris».
No hay colaboraciones, son Kaotiko puro y duro: «Somos nosotros a pelo, los cinco». Son ellos con dos décadas de experiencia en la música en sus espaldas y sin filtros, como siempre: «En estos tiempos en los que tienes que pensar lo que dices, nosotros vamos a hacer lo que nos sale y nos gusta. Nunca hemos tenido filtro, tampoco ahora», han sentenciado.