Se ha apagado una de las voces más icónicas y reconocibles, maravillosa a la par que angustiada, surgidas de la escena grunge de principios de los 90. Mark Lanegan, exvocalista de los seminales Screaming Trees y protagonista después de una notable trayectoria en solitario (colaborador, además, de Queens Of The Stone Age o Isobel Campbell, entre otros, en obras fantásticas), ha fallecido esta mañana en su casa de Killarney (Irlanda) a los 57 años.
La noticia la ha hecho pública a las 20.40 su representante a través de las redes sociales, en un mensaje en que reclama que se respete la privacidad de la familia.
Nacido el 25 de noviembre de 1964 en el estado de Washington, Lanegan fundó su primer gran proyecto, Screaming Trees, a mediados de la décadas de los 80. Con esa banda grabó ocho discos (entre los que destacan ‘Dust’ y ‘Sweet Oblivion’) antes de su separación al entrar en el nuevo milenio. En paralelo, comenzó a inicios de los 90 una carrera en solitario que estrenó con ‘The Winding Sheet’, que alumbró con discazos como ‘Whisky for the Holy Ghost’, ‘Field Songs’, ‘Bubblegum’ o ’Scraps at Midnight’ y que nos deja como último entrega el ‘Straight Songs of Sorrow’ de 2020.
Poseedor de una voz cavernosa e imponente, maltratada y, a su vez, enriquecida por los excesos –como le leí alguna vez a alguien, «una voz solo posible para quien haya estado en el infierno»–, Lanegan pisó varias veces los escenarios de Euskal Herria: desde espacios grandes como el del Azkena Rock, hasta salas más pequeñas como la del cine Modelo de Zarautz, donde actuó en 2016.