Sergio Iglesias
Iruñea
Elkarrizketa
Enrique Villarreal, ‘El Drogas’
Músico

«Es un alegrón ver que hay mucha gente que quiere volver a escuchar estas canciones»

Han pasado cuatro décadas desde que Barricada comenzara a dar sus primeros pasos, un camino en el que la banda navarra fraguó composiciones que se han convertido en himnos del rock para un gran público. ‘El Drogas’ celebra este aniversario con una gira que arranca hoy en Iruñea.

‘El Drogas’.
‘El Drogas’. (Daniel FÉRNANDEZ)

Han pasado ya 40 años desde que cuatro chavales de La Txantrea decidieran sacar sus instrumentos a la la plaza del Rastro de Iruñea para presentar al mundo entero a Barricada, una de las bandas más influyentes del rock estatal. Para celebrar este aniversario, ‘El Drogas’, seguramente el miembro más carismático del grupo iruindarra, ha preparado una mini gira de ocho fechas en la que repasará, junto a su banda actual, los grandes himnos de Barricada.

¿Cómo y por qué decide recuperar las canciones de Barricada?  

Todos los años he celebrado el 18 de abril en Iruñea, bajando a la Plaza del Rastro con la guitarra a tocar unos temas para recordar esa fecha. Ya en el 25º aniversario de la banda, lo hicimos público y bajamos todo el grupo; después de aquello, he seguido haciéndolo y cada vez venía más gente. Así que este año había decidido, aparte de hacer esa especie de fiesta en Iruñea, sacarlo a salas, que es donde la gente que toca conmigo y yo mismo estamos más a gusto. Así que, la razón principal era esa: apetencia pura.

Además, había que aprovechar que llegaba a un número redondo, ¿no es así?  

Sí, no sé, yo soy bastante incompatible con los números (risas), pero bueno… apetencia, 40 aniversario… ¡pues tira!

¿Esperaba esta respuesta de la gente que agotó todas las entradas en cuestión de días?

La verdad es que no. De todas formas, es algo que también veo que sucede en otros conciertos, porque parece que la gente tiene ganas de empezar a participar en eventos de una manera similar a como lo hacía antes de la pandemia. Esa puede ser la explicación a todo esto…

Eso, y que Barricada es una banda que nos ha marcado mucho a todos…

A mí, por lo menos, sí que me ha marcado (risas)… a partir de ahí, no sé. Pero cuando realmente te das cuenta de que la cosa se ha ido de madre y ves que, de repente, se agotan todas las entradas, se te hace un poco grande, porque yo no lo había calculado, y ahora ando dándole vueltas a ver si, después del verano, se puede hacer algo para esa gente que se ha quedado sin poder ir.

¿Es importante dejar claro que, aunque como “El Drogas” siempre ha tocado canciones de Barricada, es un proyecto diferente?

Tampoco tengo excesivo interés en dejar claro nada. De hecho, ha habido bolos en los que no he tocado ni una sola canción de Barricada, y no me importa demasiado si la gente espera una cosa u otra. La verdad es que no acabo de saber dividir en mi propia cabeza las historias, simplemente me apetece hacer los repertorios que en cada momento me apetece defender. Realmente, me he pasado toda la vida componiendo, escribiendo y defendiendo canciones y no mido tanto si ha sido en esta época o en la otra.

Esto que vamos a hacer ahora sí que es un repertorio específico por el 40º aniversario, que son canciones compuestas en la época de Barricada, todas las he escrito yo, salvo una que me apetecía coger por deferencia al Boni, porque refleja muy bien su forma de ser en directo y porque él siempre decía que la habíamos hecho entre los dos.

¿Ha costado hacer la selección del repertorio, teniendo en cuenta la cantidad de himnos que generó la banda?

La verdad es que no, porque también quería reflejar algo que era el sonido de Barricada en salas, porque es la esencia de esas bandas ochenteras. Encima, me he juntado con los que ya hace más de diez años formamos El Drogas, que son Brigi a la batería, Flako al bajo y Txus a la guitarra, y todos somos de salas, porque nos gusta ese intercambio de sudores con el público. Quería que esa fuera la base del repertorio, así que digamos que es una historia muy “punkarra” y va a haber muy pocas canciones lentas.

¿Qué significa para usted volver a tocar estas canciones?

La preparación de la historia se ha hecho con un cariño muy especial, pero no solo por mi parte, sino por parte de todas las personas que componemos la banda El Drogas. Ver que hay mucha gente a la que le apetece revivir o volver a escuchar esas canciones, para mí es un alegrón, pero esto lo llevo viviendo años de festival en festival, porque las canciones de Barricada forman parte del repertorio casi desde el principio. Algunas son  versiones hechas a nuestro antojo y eso de confundir de alguna manera o sorprender al público también me gusta mucho. El ejemplo más claro de lo que digo lo vimos en la gira que hicimos con La Polla, donde hicimos un repertorio muy ochentero con muchas de Barricada y la gente respondió.

Supongo que, para sacar adelante estos proyectos, también es importante tener a su lado gente que nunca le dice que no a nada…

Yo es que, con gente que te empuja de esta manera, he aprendido a pensar dos veces lo que les voy a proponer, porque sé que siempre van a ir dos pasos más allá (risas)… me gusta tener las historias perfiladas antes de plantearlas para que, de alguna manera, eso no me coja de sorpresa.

Nosotros nos juntamos todas las semanas para ensayar y disfrutar de las propias canciones: un día las tocas de una manera, otro de otra… No nos da miedo probar cosas y por eso las canciones terminan siendo una excusa para que intercambiemos ideas que, a su vez, acaban siendo absorbidas por la propia canción… eso es lo que yo entiendo por versión y es lo que me gusta.

Para mí, esta banda ha sido el apoyo básico de lo que hoy entendemos como El Drogas. Hemos ido a tocar a salas a 800 kilómetros ante 70 personas, y hemos salido a muerte; estoy con una gente que  vive el directo de una manera impresionante, para mí han sido fundamentales, no solo en el tema musical, que por supuesto, sino también en el plano emocional. Nos conocemos de tal manera que podemos permitirnos no llevar a los directos las historias demasiado estudiadas, porque el grado de improvisación es necesario para que, de repente, surja una genialidad… que no siempre salen ¿eh? (risas). Pero pienso que esta es la única forma de hacer esto y seguir esperando con emoción ese momento de salir al escenario.

¿Necesitaba seguir manteniendo ese concepto de ‘banda’ cuando sale de Barricada?

Lo primero que hay que decir es que yo no salí de Barricada, a mí me echaron, que no es lo mismo… ojalá hubiese tenido yo ese punto de valentía de haber sido yo el que se va, porque quizá hubiese cambiado mi visión de la historia en ese momento. Y lo que dices es así, yo ahora no estoy trabajando solo y, si no estuviera con ellos, el concepto de El Drogas sería otro. A mí me gusta siempre trabajar con la misma gente e incluso, si es posible, con los mismos técnicos, tener un ambiente de trabajo llevadero y que haya buen rollo entre todos y, en el momento que eso no funciona, tengo que prescindir de la persona que acabe siendo un nubarrón en el concepto de grupo que yo tengo. Yo no llevo bien lo de ser ‘el jefe’ pero, a veces, tengo que tomar decisiones que no me gustan.

¿Siente que ha llegado a su mejor momento como músico?

Sí, es mi mejor momento por muchas razones, vivir de lo que a uno le gusta es difícil, y encima vivir bien… ¡joder! Me jode hasta decirlo, porque parece un poco soberbio, pero yo soy de las pocas personas que vive de lo que le gusta en un país en el que no hay más que ver el percal. Pero también es el mejor momento porque es cuando soy más consciente de lo que es mi oficio, y lo puedo disfrutar con la tranquilidad que me da esta edad, por eso yo voy un día antes con mi socia a los sitios donde voy a tocar, me gusta despertarme en el lugar y pasear por allí, hasta que llega la furgoneta con todo el mundo, así que, cuando comienza ese momento del trabajo y el oficio, ya tengo las pilas cargadas. Después, cuando termina el bolo, cada uno tiene su horario y nadie depende de que a mí me apetezca desviarme un poco para ir a tocar, por ejemplo, a un lugar relacionado con la memoria histórica. Ahora estoy disfrutando muchísimo más que nunca porque el ritmo de trabajo me lo marco yo.

¿Y cómo ve, a nivel general, el estado de la mal llamada ‘industria musical’? ¿Es más complicado que nunca ser músico o música en estos tiempos?

La verdad es que no estoy muy puesto en cómo funciona el negocio. Realmente, es muy complicado sacar un grupo adelante, primero porque hay que conseguir un local y los sitios donde tocar para que la gente conozca tu trabajo; sí que veo que, en otro tipo de músicas en las que se mueve gente como El Jincho o Rosalía, tienen millones de visualizaciones, aunque tampoco sé cómo funciona todo eso. Quizá para las bandas de rock sea complicado salir en estos momentos, pero yo veo propuestas interesantísimas, como Bala, Agoraphobia, Niña Coyote y Chico Tornado, Porco Bravo, Los Zigarros, Seda, La Excavadora… hay muchas bandas que merece la pena conocer y lo que tenemos que hacer es apoyarlas en directo. ¿Tenemos que esperar algo de la industria? Pues, seguramente, lo de siempre: nada. La industria se engancha a ello cuando la cosa funciona y, si te echa la zarpa, es importante que tengas las cosas claras y que no te hunda en la miseria.