La Diputación de Bizkaia y la UPV/EHU investigan, por primera vez, la eficacia del uso de exoesqueletos para prevenir lesiones musculares del personal auxiliar que atiende a personas mayores con serias limitaciones de movilidad.
Se trata de una iniciativa en periodo de prueba desde el pasado viernes, tras haberse evaluado y seleccionado los mejores modelos de exoesqueletos, que están siendo probados en auxiliares sanitarias del centro residencial de Leioa del Instituto Foral de Asistencia Social.
Para el periodo de prueba, de un total de doce meses, se ha divido a las participantes en dos grupos: quince personas que usarán los exoesqueletos y otras quince que no. Transcurrido ese tiempo, se analizarán los parámetros predefinidos para comprobar si los datos de aquellas personas que lo han utilizado son mejores, tanto a nivel físico como psicoafectivo.
El objetivo de estos exoesqueletos es el de prevenir lesiones lumbares mediante la reducción de la carga física en el esfuerzo que requiere el trabajo de atención a personas mayores con una movilidad reducida, y que «logrará reducir la necesidad energética para hacer un movimiento en un 45%», ha señalado el investigador y catedrático de Fisiología de Ageing On, Jon Irazusta.
Irazusta ha destacado que «se trata del primer estudio sobre los efectos del uso de exoesqueletos durante la jornada laboral en la prevención de dolor en auxiliares sanitarias que trabajan en centros residenciales de mayores»; pues, hasta el momento, se había probado en el «ámbito industrial, granjas y en aeropuertos».
Similar a un arnés de escalada
Los exoesqueletos de tela, de un precio que ronda los 1.000 euros, son parecidos a un arnés de escalada, se colocan como una mochila y se atan con una banda en la cintura y otras dos en los glúteos.
Para «activar» el utensilio hay que agarrar las dos tiras posicionadas a la altura del pecho y estirarlas. Una vez activado, «las dos bandas elástica traseras (de la espalda) se estiran cuando la persona usuaria flexiona el tronco. De esta forma, al hacer el levantamiento, la energía que se ha almacenado en las bandas se libera y reduce la carga lumbar y, a largo plazo, la fatiga que conlleva hacer este tipo de levantamientos día a día», ha aclarado la investigadora de la UPV/EHU, Maialen Aiestaran.
El investigador Jon Irazusta ha precisado que «en caso de obtenerse resultados positivos, la utilización de esta tecnología redundaría en una reducción de estas dolencias asociadas al trabajo y a una mejora de la calidad de vida de este colectivo», que esperan ampliar, inclusive, a personas cuidadoras en los hogares.
Los resultados de este estudio se difundirán en el sector de los cuidados de larga duración, la comunidad científica y agentes I+D+i, para generar oportunidades de desarrollo de la siguiente generación de exoesqueletos para la asistencia lumbar de uso específico para los y las cuidadoras de personas en situación de dependencia.