Sergio Iglesias
Elkarrizketa
Iñaki Fernández ‘Sixx’
Cantante y guitarrista de Turbofuckers

«Lo que nos gusta es que haya verdad en nuestras canciones»

La banda bilbaina Turbofuckers regresa con ‘Death Punk All Stars’, un disco que sirve para presentar su nueva formación, y en el que han contado con la colaboración de Sensei, el vocalista de Superalfa!.

La banda, en acción.
La banda, en acción. (Javi ALONSO )

‘Death Punk all stars’, primer disco con Borja y Miryam en la banda. ¿Qué han aportado estas dos nuevas incorporaciones a los temas de Turbofuckers?

Borja ya era un miembro de la banda, porque colaboró en nuestro anterior disco, ‘RockandRollers’ haciendo la versión de ‘Heroes’ y ‘Cuando ya no quede nada’, y después ya le tiramos la caña para que hiciera los directos, así que está totalmente integrado en la banda. Tiene mucho nivel y nos encanta el rollo que le da a los nuevos temas.

Miryam, por su parte, llega cuando se marcha Txilo, y es alumna de Iñigo (Akatz), que es quien nos la recomienda. Le da un poso muy especial a las canciones, y lo bueno que tiene es que toca de una manera muy controlada, algo que es muy importante, sobre todo en los directos, y que nos viene muy bien en esta nueva etapa. De hecho, te diré que el disco ya lo habíamos grabado con Flos (Oskar Sánchez) en Malamuerte, pero lo regrabamos en Pookah porque no tenía sentido que en la grabación no estuviera ella.

Lo mejor que se puede decir de TurboFuckers es que no tienen dos discos iguales y que tocan un montón de palos musicales. ¿Buscan intencionadamente esa variedad sonora?

No. A excepción del ‘Toxic Glam’, que sí fue algo intencionado hacerlo con ese rollo, los demás han salido así. Pero si hablamos del estilo, aunque, como dices, sea muy variado, todo tiene un nexo de unión con el rock escandinavo de Turbonegro, Hellacopters...

En este disco Mikel, el otro guitarrista de la banda, se ha involucrado mucho, y a lo mejor, se puede notar que no es tan mío. Antes llevaba yo todo el peso de la composición. Lo bueno es que, además, sus ideas y las mías casaban estupendamente; de esta forma, yo me he podido liberar un poco para centrarme más en las voces, ya que, quitando un par de solos, el peso de las guitarras en el disco lo lleva Mikel.

Me habla del rock escandinavo, pero hay cosas, como ese «Sex machine», más cercano al rock and roll clásico de los 50, ¿no?

Ese tema es mío y está pensado para que Borja se luzca en los conciertos, porque una vez que él entra en la banda, vimos que era necesario dejar un hueco para los teclados. Además, este tipo de sonidos más festivos siempre funcionan muy bien en directo, porque se salen del rollo más ‘macarra’ y de la dureza que puede haber en algunas letras.

Es muy importante tener en cuenta todo eso a la hora de componer, y yo soy partidario de que, si sacas un disco, por lo menos en los bolos de presentación, hay que tocarlo entero, y por eso, al final nos quedamos solo con ocho temas de los 13 que teníamos preparados, ya que de esta forma, es más sencillo ir quitando canciones del repertorio actual para ir metiendo las nuevas.    

¿Cómo entran en contacto con Mikel Biffs, y por qué deciden regrabar el disco en sus estudios Pookah?

En principio, como te decía antes, el disco estaba grabado con Flos, aunque quedaba de meter alguna cosa; pero empezó a salirle un montón de curro como técnico de sonido de Uoho, y vimos que la cosa se iba alargando. De todas formas, no nos terminaba de convencer y necesitábamos un punto de vista externo, porque Flos es como un Turbofucker más, que siempre ha estado involucrado con la banda, e incluso hay arreglos suyos en algunas canciones.

Así que, buscando cómo hacerlo, me acordé de Mikel con quien, en su día, grabé cuando yo estaba con Suspenders hace muchísimo tiempo, y a quien conozco mucho porque soy muy fan de todo lo que hizo con Safety Pins.

Al final nos decidimos por probar con él porque sabíamos que iba a entender lo que queríamos, y ha vivido en primera persona toda esa música como miembro de un montón de bandas.

Aunque no se ha metido mucho en las canciones, porque ya las llevábamos muy bien montadas, sí que ha influido con pequeños detalles, sobre todo en las voces, buscando un sitio donde yo me encontrara cómodo, y haciéndome cantar más relajado. También ha buscado sonidos híbridos que han funcionado muy bien y nos ha dado otra visión diferente de grabar.  

En cuanto a las letras, siguen con ese rollo callejero, ya desde el título, que es casi una declaración de intenciones…

Bueno, es casi un cachondeo, porque nos han puesto tantas etiquetas que, al final, hemos dicho ‘vamos a poner nosotros también la nuestra’ (risas)… Death punks all stars, los descreídos del punk, los anti escena… algo así como unos antihéroes de la música.

Y en cuanto al resto de las letras, hay de todo; las más serias o duras están basadas en historias de gente cercana, ‘Sex machine’ es un vacile para exhibir a nuestro teclista, ‘La última (en tu casa)’ habla de un lío de una noche y está basada en un tema de Los Pirris… lo bueno que tiene contar historias que nos han pasado a nosotros, o a gente cercana, es que son cosas que están a la orden del día, y con las que cualquiera se puede identificar.

Además, aunque también podamos hablar de cosas inventadas, lo que nos gusta es que en las canciones haya verdad para que, a la hora de cantarlo, sea más natural.

Respecto al formato, han decidido publicar el disco solo en digital y en vinilo. ¿Ha sido una decisión motivada por la forma en que se escucha la música actualmente?

Yo me autoobligo a escuchar vinilo, para escuchar los discos de principio a fin, porque hoy en día, con spotify, escuchas listas de reproducción y nos perdemos muchas cosas que se nos pasan por alto. Por eso también hemos querido sacarlo en formato físico, y como veíamos que no tenía sentido sacarlo en CD porque casi no se vende, hemos decidido hacerlo solo en vinilo y adelantar los temas en digital para poder salir a la carretera cuanto antes, ya que llevábamos mucho tiempo con el mismo repertorio y teníamos ganas de presentar estas nuevas canciones.

Lógicamente, también necesitábamos tocar para sacar pasta para recuperar la inversión, aunque el dinero, precisamente, no es una cosa que nos preocupe especialmente en Turbofuckers, y yo tengo comprobado que muchas veces, cuando piensas demasiado en la pasta, acaba sucediendo lo contrario a lo que querías y llega la frustración.

Por eso, lo que nos gusta es ir un poco a la aventura sin depender de las entradas anticipadas, y en los viajes en la furgo también se hace grupo porque hay tiempo para hablar de todo. Nosotros hemos elegido esta opción y nos va bien, porque tenemos la suerte de que vendemos mucho merchandising, y lo más importante que se puede decir de Turbofuckers es que no debemos nada a nadie… que no es poco, tal y como están las cosas (risas).

¿Cree que esa relación personal es fundamental para que la cosa funcione bien también en el aspecto musical?

Claro. Pepe y Mikel entraron a la vez en BC Bombs y nos conocemos desde hace muchísimos años. Aparte, toda la gente que ha pasado por Turbofuckers son colegas y cada miembro es igual de importante en la banda, porque todos y todas aportan.