«A partir del 15 de enero próximo, los extranjeros que visiten Santa Sofía con fines turísticos pagarán entrada. Los ciudadanos turcos que la visiten con el objetivo de rezar allí entrarán gratis», ha adelantado el ministro de Cultura y Turismo turco, Mehmet Nuri Ersoy.

La antigua basílica de Constantinopla, construida por orden del emperador romano Justiniano I en los años 532-537, fue convertida en mezquita en 1453, al conquistar el Imperio Otomano la ciudad. Tras su secularización y conversión en museo en 1935, se dejó de usar con fines religiosos y se podía visitar pagando la entrada.

Reconversiones varias

En 2020, el Gobierno encabezado por Recep Tayyip Erdogan reconvirtió el edificio en mezquita, aunque permitía las visitas turísticas de forma gratuita, salvo en horario de rezo, con lo que impuso el mismo régimen que hay en las demás mezquitas de Turquía. La decisión suscitó numerosas críticas, entre otras razones por estimar que suponía una pérdida de ingresos de al menos 50 millones de dólares anuales.

Ersoy ha manifestado que con el nuevo plan se establecerán dos circuitos separados: mientras que los fieles seguirán entrando por la puerta de abajo para rezar en el espacio central, los turistas accederán desde el lado del cercano palacio de Topkapi por un pasillo que va directamente a la galería superior de la basílica.

Esta galería, donde se hallan numerosos mosaicos bizantinos y que permite una visión panorámica del interior del edificio, había sido vetada a las visitas desde la reciente reconversión del edificio en mezquita. Ahora, los turistas desfilarán por la galería para bajar al espacio central antes de abandonar el recinto, lo que evitará que se mezclen con los fieles, ha detallado el ministro.

Ersoy no ha adelantado cuál será el precio de la entrada, ni tampoco qué normas se aplicarán a los extranjeros que quieran rezar, ni a los ciudadanos turcos que deseen visitar el monumento sin ánimo religioso.

En el último año antes de la reconversión, el billete de entrada a Santa Sofía costaba unos 15 euros, mientras que hoy la visita al adyacente palacio de Topkapi cuesta 25 para extranjeros y 5 para ciudadanos turcos.