En la calle de Westland Row de Dublín reinaba un silencio sepulcral al paso de la procesión fúnebre de Shane MacGowan, solo interrumpido por el trote de los caballos que transportaban su féretro y los aplausos de la multitud compungida por la despedida del último poeta y músico de Irlanda, cuya voz rota se apagó el pasado 30 de noviembre a los 65 años.
El féretro, a bordo de un carruaje de caballos y cubierto con la bandera tricolor irlandesa, ha recorrido las calles de la capital antes de detenerse en el exterior de la Real Academia Irlandesa de la Música, donde la Artane Band ha tocado dos de los temas más emblemáticas del artista, como ‘Fairytale of New York’ y ‘Rainy Night in Soho’, al tiempo que la multitud se entregaba a los eternos acordes de The Pogues y comenzaba a arrojar flores sobre el carruaje.
Ha habido más aplausos y vítores cuando el cortejo ha pasado por delante de la histórica farmacia Sweny, popularizada por el ‘Ulises’ de James Joyce, una referencia literaria para el joven MacGowan. En Denzille Lane, cerca de allí, el féretro de MacGowan ha sido trasladado a un coche fúnebre para el último trayecto hasta su misa funeral en Nenagh, en el condado Tipperary, hogar de su familia y culpable a su vez de su amor por la alegre música irlandesa.
Misa homenaje y concierto en Tipperary
La misa por el funeral de Shane se ha celebrado en la iglesia de la virgen María del Rosario de Nenagh, a la que han asistido el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, familia y amigos del artista, entre los que se incluye Bono (U2), Nick Cave o Johnny Depp, Imelda May, Aidan Gillen, Liam Ó Maonlaí o Declan O'Rourke, entre otros.
«Shane odiaba los funerales», escribió ayer en Instagram su esposa Victoria Mary Clarke, compañera durante gran parte de la turbulenta carrera del cantante, al borde siempre de la muerte prematura por el abuso del alcohol y la drogas.
En la sala, el famoso teclado Casio con el que MacGowan escribió ‘Summer in Siam’, acompañado de un bodhran y una foto de su boda. No podía faltar un disco de The Pogues, ni tampoco otro de Led Zeppelin, grupo al que escuchaba mucho. Según relata ‘The Irish Times’, también había un libro de arte y letras del propio poeta, al lado de una figura de Budda, porque MacGowan estaba interesado en todas las religiones. Un giro interesante en una ceremonia católica.
Las lecturas religiosas han corrido a cargo, entre otros, del actor irlandés Aidan Gillen, quien se dio a conocer internacionalmente en la mítica serie estadounidense ‘The Wire’, en la que en cada velatorio de los policías de Baltimore sonaba el tema ‘The body of an American’ de The Pogues.
«Poeta, letrista, cantante, pionero. Él reflejó la vida tal como se vivió en nuestro tiempo, denunciando normas aceptadas que a menudo parecían inaceptables», ha destacado, por su parte, el padre Gilbert ante la congregación.
Hacia el final de la ceremonia, su hermana Siobhán ha compartido sus recuerdos de infancia: Shane y su padre leyendo literatura juntos, los pasteles de arroz crujiente y los capítulos de Doctor Who. Ha recordado su amor por la música y cómo por sus venas corría sangre irlandesa. Cuando irrumpió el punk, ha proseguido, fue un momento de transformación en su vida y, en un instante, su sensibilidad hippy desapareció.
«Cuando le conocí, era muy humanitario y socialista, y amaba a la gente», ha señalado su esposa, admitiendo que «a veces» era capaz de ser irascible y hostil. «Para mucha gente estaba lleno de amor y ahora siento tanto amor por él que no creo que el amor pueda desaparecer», ha añadido Clarke entre aplausos.
También ha leído una plegaria el político irlandés Gerry Adams, expresidente de Sinn Féin, en un guiño a las simpatías políticas que nunca ocultó MacGowan, quien, de hecho, llegó a confesar que, no obstante, nunca tuvo valor para unirse a la lucha armada, por lo que cambió un fusil por una pluma.
“You are the measurer of our dreams”.
— Gerry Adams (@GerryAdamsSF) December 8, 2023
Go raibh maith agat Shane MacGowan.
Slan a chara 💔 pic.twitter.com/Zy3N2556AA
El funeral ha durado más de dos horas, ya que además de una ceremonia religiosa, ha sido un homenaje y un concierto a la vez. De hecho, miles de personas lo han seguido en directo a través de la red social X. Para finalizar la ceremonia, Glen Hansard and Lisa O'Neill han vuelto a interpretar ‘Fairy tale of New York’, probablemente el villancico más antinavideño.
Después, el cuerpo será incinerado y las cenizas se esparcirán en el río Shannon, en un guiño a una de las canciones de The Pogues más conocidas, ‘The broad majestic Shannon’.