Estamos en la época de recoger hojas y flores, para ser utilizadas secas o frescas en infusiones y tisanas durante el invierno. Deben proceder de plantas que nunca han sido tratadas con pesticidas y las hojas, hierbas o flores se recogerán después que el rocío mañanero, cuando las gotas de lluvia se hayan secado, pero antes que el calor evapore el aceite de la planta. Debemos colocar la cosecha sobre una superficie plana, en bandejas o en el enrejado de gallinero enmarcado con madera. Lo principal es que las plantas estén bien separadas. Luego colocaremos las bandejas en un lugar bien ventilado; tardarán cinco días en secarse. Daremos la vuelta a hojas y flores con cuidado dos veces al día para que el secado sea homogéneo. Una vez secas, hay que guardarlas en bolsas de papel kraft, botes metálicos o tarros. Solo queda disfrutar de las infusiones o tisanas a lo largo del año.

Antes de seguir, debemos recordar las diferencias entre infusiones y tisanas. Infusión: Se utiliza agua muy caliente pero sin llegar a su punto de ebullición, 95 grados aproximadamente. Mejor frotamos las hojas ligeramente antes de echar el agua para que se liberen los aceites con facilidad. Se utilizan 2 ó 3 cucharaditas por taza. El agua se vierte sobre las hojas y se deja unos 5 minutos de reposo y la infusión ya está preparada.

Contamos con capuchinas que protegen las vías respiratorias, y las malvas, por sus propiedades suavizantes. La verbena alimonada, para tomarla en infusión, se deja a secar unas 48 horas antes en un local bien aireado. El aciano tiene propiedades antiinflamatorias. El té y el café son infusiones.

La tisana es una bebida medicinal que se obtiene por un ligero cocimiento. Aquí, las hojas, raíces, flores, bayas y semillas comestibles y con propiedades medicinales hierven durante unos minutos. Se echan en el agua antes de que llegue a su punto de ebullición, así se extraen las partes solubles en el agua antes de hervir. Las tisanas tienen propiedades calmantes, digestivas, estimulantes, entre otras, según la variedad escogida.

Por otra parte, para preparar platos invernales podemos escoger tomillo y laurel, dejarlos que se sequen en una superficie horizontal, luego unirlos en ramitos y echarlos a la cazuela. Con estos ramitos también se pueden preparar centros de mesa olorosos.