La espera ha merecido la pena. Uno de los músicos y productores más codiciados de la soleada California ha tenido el tiempo de publicar su nuevo disco antes de salir de gira como guitarrista en el grupo del ex Pink Floyd Roger Waters.

El 2017 fue un año ajetreado para el talentoso músico. Produjo “Pure Comedy” el fabuloso álbum nominado a los premios Grammy de Father John Misty. Tambien paso por sus manos el aclamado disco “Double Roses” de la cantante angelina Karen Elson. Su buen gusto, enfoque, visión y manejo de la producción le ha servido para hacerse un nombre dentro de la escena del rock norteamericano.

Pero tampoco parece que Wilson vaya a descansar mucho en 2018, ya que continúa con la gira mundial de Waters y acaba de publicar “Rare Birds” su nuevo álbum en solitario.

En sus anteriores discos le vinculamos con los sonidos más rockeros de los setenta y la escena folk de Laurel Canyon. Sedosas armonías, acordes brillantes y una producción de carácter vintage han caracterizado sus discos en solitario. En esta ocasión, “Rare Birds” viene con un nuevo sonido donde muestra un enfoque híbrido entre lo analógico y lo sintético, consiguiendo un resultado que aporta lo mejor de los dos mundos para lograr la complejidad, la densidad sónica y el brillo que ha querido transmitir en el disco. El tapiz retro está presente y va unido a sonidos de sintetizadores y cajas de ritmos bien utilizados.

Algunos le situarán en la órbita de The War on Drugs y ese sonido que hace de puente entre los 70 y los 80 y que de alguna manera caracteriza el nuevo trabajo de Wilson.

Es un álbum de alta densidad, algo maximalista y más influenciado por la producción británica de los años 80 que el rock que se hacía al sur de California en 1970. Es un nuevo enfoque dinámico para Wilson que recuerda a los primeros álbumes solistas de Peter Gabriel o incluso a Kate Bush. Gran parte del mismo está compuesto por letras que hablan sobre las meditaciones de una relación fallida y sus consecuencias. Wilson insiste en que “Rare Birds” no es como tal un disco conceptual. Se muestra como un intento de sanación, de rejuvenecimiento, una reconciliación para él y para los demás. Su idea se basa en querer equilibrar la experiencia personal con la necesidad de componer música que tenga una cualidad curativa. Para ello, usa el rock como bálsamo y las canciones tienen espacios de psicodelia en la línea de Pink Floyd, suaves ritmos, bellos coros y un sabor añejo que incita a la esperanza y a la positividad.

Como compositor, siempre explora y supera los límites mientras logra mantener un vínculo sólido con muchos de los elementos más sagrados que hicieron que el rock psicodélico de los 60 y 70 fuera algo especial. Una rara combinación de destreza técnica y soul marcan su manera de tocar mostrando sus raíces sureñas perfeccionadas a través de muchos años como músico de sesión y productor en Los Ángeles.

CD AIPAGARRIA

Will Varley

“Spirit Of Minnie” • Xtra Mile, 2018 • Folk-rock

Una mezcla de Bob Dylan, Springsteen, Willie Nile o Bright Eyes. El compositor inglés está adquiriendo cotas de popularidad a marchas forzadas. No obstante este es su quinto disco de estudio. Billy Bragg y Frank Turner se han rendido a sus sedosas composiciones, bonitas melodías, medios tiempos y una intencionalidad que le ayuda a redondear unas canciones que muestran inspiración, grandes expectativas, pianos vibrantes y arreglos que hacen del conjunto un álbum con todos los ingredientes para trascender a un público mayoritario.