MIKEL INSAUSTI
CINE

«Gemini Man»

Si hay un cineasta en Hollywood que nunca se repite y sorprende con cada nueva película ese es el taiwanés Ang Lee, cada vez más volcado en el uso y la experimentación de los efectos de última generación. Se ha hecho cargo de un viejo proyecto creado en 1997 por Darren Lemke para Disney, con lo que ha tardado 22 años en ver la luz por problemas técnicos. El estudio de Burbank contaba en aquel entonces con un campo de pruebas llamado The Secret Lab, donde hicieron un corto llamado “Human Face Project” que no dio los resultados esperados. Los cambios de fisonomía generados por ordenador no habían alcanzado todavía su desarrollo óptimo y los intentos por rejuvenecer el rostro de varios actores fallaron. No se encontró a un protagonista convincente, a pesar de que se contaba con directores predispuestos a arriesgarse como Curtis Hanson o Tony Scott.

Aunque la idea de Lemke no pudo materializarse, el productor Jerry Bruckheimer ha retenido los derechos durante todo este tiempo, hasta que por fin llegó la oportunidad de sacar adelante “Gemini Man” (2019) con plenas garantías, a través de la compañía Skydance y con la distribución de Paramount Pictures. La empresa encargada de la digitalización de las imágenes ha sido la neozelandesa Weta, creada por Peter Jackson para hacer posibles sus más grandes producciones fantásticas.

Ang Lee no es un cineasta al que los fracasos puntuales le hagan recular, ya que, por el contrario, le sirven de revulsivo para seguir experimentando, lo que en un maestro tres veces oscarizado con “Tigre y dragón” (2000), “Brokeback Mountain” (2005) y “La vida de Pi” (2012) supone toda una lección de humildad a la hora de saber reinventarse. Se la pegó con “Billy Lynn” (2016), que le valió la acusación de anteponer la tecnología audiovisual al contenido dramático de la historia, pero necesitaba explorar la búsqueda de la alta definición mediante la máxima velocidad de grabación alcanzada: 120 frames por segundo.

Dadas las características de Lee se entiende que se haya fijado en Will Smith para protagonizar “Gemini Man” (2019), porque el actor afroamericano también ha salido de un bache personal dentro de la industria del cine gracias a una transformación icónica a golpe de CGI. Después del fiasco millonario que supuso “After Earth” (2013) de Shyamalan, en parte debido a su nepotismo de cara a colocar a toda la familia en sus películas, ha ido a recuperar la popularidad perdida haciendo del genio de la lámpara en “Aladdin” (2019). Y aún le aguardan más transformaciones, pues en el próximo biopic “King Richard” (2020) tomará prestadas las facciones de Richard Williams, el padre de las tenistas Venus y Serena.

A sus 50 años de edad, Will Smith encarna en esta ficción futurista al asesino a sueldo Henry Brogan, que siente que ya está mayor para continuar jugándose la vida. Pero en sus planes de retiro se cruza un peligroso enemigo que pretende acabar con él, y cuyas motivaciones son un misterio. El rival en cuestión resulta ser un clon más joven de sí mismo, por lo que deberá enfrentarse con su propio yo veinteañero.

Cierto es que la película se anuncia como un thriller de ciencia-ficción, pero uno de los trailers que Paramount ha colgado en las redes prima la acción violenta sobre cualquier otro aspecto, con escenas de tiroteos, explosiones, persecuciones en moto, lucha cuerpo a cuerpo y exhibiciones de parkour sobre los tejados. Todo ello en localizaciones desconcertantes que van desde Georgia hasta Budapest pasando por Cartagena (Colombia).

La intervención de demasiados guionistas no suele ser buena, y es que el argumento de Lemke ha sido revisado por David Benioff, Billy Ray, Andrew Niccol, Christopher Wilkinson, Stephen J. Rivele y Brian Helgeland. En cualquier caso, Ang Lee ya tiene en marcha “Thrilla in Manila” (2020), con la pelea entre Ali y Joe Frazier.

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