TERESA MOLERES
SORBURUA

Plantas tóxicas

Existen plantas de jardín que pueden producir alergias por los componentes que contienen, por eso es importante conocerlas antes de plantar. Sucede que, a veces, al pasear por un jardín nos asaltan picores porque es probable que seamos sensibles al contacto con alguna planta. A algunas personas el polen les produce problemas respiratorios y las hojas, urticarias. Es necesario tener fuera del alcance de niños y mascotas las plantas tóxicas y evitar plantarlas cerca de las verduras del huerto.

Entre las plantas ornamentales tóxicas está el tejo, utilizado en el arte topiario desde hace siglos. Como veneno es un clásico: un rey de Inglaterra mató a su antecesor metiéndole en el oído una poción con tejo cuando dormía; una forma rápida de heredar un trono. También las adelfas y flores en corimbos rosas, cuya intoxicación es parecida a la producida por la digitalina, incluso el humo al quemar su madera es tóxico. La ruda cultivada para formar setos es medicinal con precaución; las semillas del ricino producen gastroenteritis y deshidratación, mientras la hiedra de las bayas en primavera resulta perjudicial.

Entre las flores, el acónito, una herbácea con preciosas flores de color azul intenso, es una de las más venenosas de nuestra flora. Incluso el agua del jarrón es peligrosa cuando se utiliza como flor cortada. También están los eléboros, los cólchicos y el azafrán, con una toxicidad parecida a la cicuta. Datura o estramonio es muy venenoso y se usa en medicina para extraer atropina, dilatador de las pupilas. Antiguamente era conocido como “suero de la verdad”. Los rododendros contienen toxina en el polen, por lo que la miel derivada de estas plantas es venenosa. La cala también es dañina por su oxalato cálcico.

Respecto a las plantas de interior, está la Dieffenbachia, que produce enrojecimiento de la piel y lagrimeo a causa del oxalato cálcico. Mejor olvidarse de ella. También la floración de prímulas o primaveras emana sustancias tóxicas y las hojas provocan reacciones alérgicas. Los tubérculos del Cyclamen son muy venenosos. Al manipular las plantas que segregan látex, hacedlo con guantes, evitando el contacto con los ojos. En la Poinsettia de Navidad, como en todas las Euphorbias, su látex es ponzoñoso. Los lirios son venenosos para los gatos, mientras el resto de las plantas mencionadas afectan a las personas en mayor o menor medida según su sensibilidad.