La planta Xanthosoma, originaria de Asia Central, ya se cultivaba en el año 100 a.C. como tubérculo alimenticio con el nombre de taro. En el Caribe, Polinesia y América Central se le denomina malanga, cocoñame, mafafa y con otros nombres regionales. También fue introducida en África Occidental como fuente de alimento y ha aparecido en nuestros mercados gracias a la demanda de personas originarias de los lugares antes mencionados. Sin embargo, aquí sobre todo la conocemos como planta ornamental en jardines e interiores.

En América y ahora en África se cultivan por sus cormos, vástagos subterráneos que son ricos en almidón, vitaminas y sales minerales. Es un cultivo de subsistencia que se utiliza también como sustituto del ñame. Alrededor del vástago subterráneo salen cormos más pequeños del tamaño de las patatas. Se cocinan en sopas y guisados y también asados, fritos y en purés; su sabor recuerda a las nueces. Asados o cocidos, los cristales de oxalato cálcico tóxicos se eliminan. Es un alimento hipoalérgico, excepcional por sus características organolépticas y propiedades nutritivas, y muy popular en regiones tropicales.

Sus hojas, según variedad, pueden tener de 40 a 200 cms y son acorazonadas de color verde brillante. La variedad X.roseum ornamental es espectacular y se le conoce como oreja de elefante. Crece después de nueve a once meses de su plantación cuando produce el cormo. Como planta de interior no suele producir flores. Su flor es una espata de color amarillo cremoso de 30 centímetros, mientras la variedad X.lindenii tiene hojas más pequeñas, de 20 a 30 centímetros con nervaduras blancas. Las Xanthosomas necesitan para reproducirse temperatura y humedad ambiental elevadas, así como mucha luz, pero no sol directo. En nuestros jardines crecen a la sombra de árboles de hoja caduca en lugares húmedos pero con buen drenaje.

Como planta de interior hay que pulverizar las hojas con agua y colocar la planta sobre guijarros para que a la par que tenga buen drenaje y las raíces no toquen el agua, pueda mantener constante la humedad a su alrededor. Añadir fertilizante en el agua de riego desde primavera y durante todo el verano. Necesita trasplante cada 2-3 años, preferiblemente a finales de febrero pasándola a un tiesto más grande con tierra rica en materia orgánica.