Jone BURUZKO
IRUDITAN

Igloo Cafe

Entre imponentes montañas cubiertas de nieve y algunas casas, en la estación de esquí de Gulmarg, en Cachemira, a un avispado hotelero se le ha ocurrido la idea de construir un iglú y convertirlo en el primer Igloo Cafe de la India y en el más grande de Asia. Ubicado en un resort de Gulmarg, a 55 kilómetros al norte de Srinagar, tardaron quince días en construirlo pero, ahora, como en la imagen, los turistas beben té o comen algo mientras disfrutan de este pequeño restaurante de hielo. Hace casi un siglo, los británicos convirtieron el lugar en un centro turístico cuyo atractivo no se limita a la temporada de nieve, sino que se prolonga durante todo el año. Mientras en invierno los visitantes practican esquí, snowboard y senderismo por el paisaje del Himalaya, en verano los excursionistas caminan por prados, barrancos y valles con unos bosques siempre verdes. El concepto de estos restaurantes helados es nuevo en Cachemira, pero no en otras partes del mundo. Se han probado en Canadá, Suiza, Finlandia... y al menos algún vasco sabe de qué va. Hace dos años Alex Txikon y su equipo se plantaron en el campo base del K2 en una de esas expediciones invernales y construyeron tres iglús que les sirvieron de habitáculos. El montañero lemoarra reconoció entonces que mejoran el descanso y el confort, lo que resulta fundamental para el rendimiento y las condiciones físicas. Además, cifró la diferencia entre dormir en una tienda de campaña o en un iglú en 25 grados a favor.