Jone Buruzko
IRUDITAN

«Pescando castañas»

Esta fotografía aérea, tomada el pasado mes de julio, de autor no identificado aunque facilitada por AFP, capta a agricultores y agricultoras recogiendo castañas de agua en un estanque de Taizhou, en la provincia oriental de Jiangsu (China). Sobre estas diminutas barcas recolectan este vegetal acuático que crece en los pantanos, estanques y lagos de un lugar acostumbrado a las lluvias abundantes. No es el fruto o semilla de ningún árbol como su sabrosa tocaya marrón, sino un bulbo que desarrollan unas plantas acuáticas herbáceas de gran tamaño en zonas inundadas y han estado en el gigante asiático desde hace al menos 3.000 años. Habitual en los hogares chinos, es de sabor dulce suave y está considerado uno de esos alimentos adecuados para los partidarios de mantener un estilo de vida saludable gracias a su alto contenido en nutrientes, bajo en calorías y casi sin grasa. Se le atribuyen propiedades anticancerígenas, antioxidantes y antibacterianas; se dice que ayudan a fortalecer el estómago y el bazo y a eliminar el insomnio, la fatiga, el mareo, el mal gusto, las inflamaciones y hasta las impurezas de la sangre. Ideal para quitar la sed, se puede preparar en distintos platos aunque su textura crujiente, que la castaña de agua mantiene incluso al ser cocida o enlatada, la convierte en un perfecto snack. También se reduce a polvo para añadirla a otros alimentos. Esto podría ser la sección de Salud o la de Sorburua, ¿a que sí?