BERTA GARCIA
CONSUMO

Compra ética y consumo responsable

El consumo responsable es una forma de ejercer nuestro poder como personas consumidoras haciendo de nuestras elecciones de compra un voto para la sostenibilidad en el futuro del planeta y sus habitantes. Es decir, practicando un consumo ético que tenga en cuenta las implicaciones en todo lo que consumimos, sean razones medioambientales, sociales o económicas.

Hasta el presente el sistema de producción y consumo que se practica en el mundo entra en lesa contradicción con los discursos sobre sostenibilidad y el marco propuesto por los gobiernos europeos de una economía verde. La falta de voluntad en el cumplimiento no es solo política, también es de la sociedad, y hay ejemplos: debates sobre macro-granjas, ahorro energético doméstico y urbano comercial y monumental, freno a un turismo irracional y macdonalizado, la vuelta a un consumo estacional y de cercanía (local frente a lo exótico), y suma y sigue. Y es que cuesta salir de nuestra zona de confort.

Contradicciones. Reconocemos la precariedad laboral en multitud de empleos, incluso la explotación de mano de obra juvenil y femenina en países de ultramar y, por supuesto, no nos gusta. Pero consumimos a destajo todos sus productos, sean ropas lowcost o requiriendo comidas a domicilio entregadas en tiempo récord por personas que arriesgan la vida para conseguirlo. Nos asusta pensar el efecto fagocitador sobre el comercio local y pymes que las grandes multinacionales están provocando en nuestra economía pero, año tras año, estas crecen y multiplican su presencia y sus beneficios, de los que apenas revierten como impuestos para su redistribución en la sociedad a la que dicen favorecer.

Hoy el control del planeta se está consiguiendo con el uso y abuso de datos de millones de consumidores que, lejos de protestar por el tráfico de información personal, se sienten agradecidos por tener sus compras en casa casi al tiempo de hacer un click en el ordenador. Habrá que pensar antes de dar el siguiente porque esto no es un juego. Otra forma de consumo y de ser consumidor es posible y hay que intentarlo.