Berta García
CONSUMO

Alquileres de temporada

De vuelta al curso escolar la gente joven anda en “busca y captura” de un piso de alquiler o una habitación donde vivir todo el curso. Salvo que en previsión se dejara zanjado antes de las vacaciones, el panorama está difícil, tanto por la escasez de viviendas como por los precios, por lo que se debe extremar la vigilancia ante las ofertas “de particulares” para evitar fraudes.

En el supuesto de que se haga la contratación por medio de una agencia inmobiliaria, la nueva Ley de Vivienda establece medidas y es que obliga a los propietarios de viviendas en alquiler a pagar los honorarios de las agencias inmobiliarias. En concreto, según el texto de la ley, «tanto los gastos de gestión inmobiliaria como los de formalización del contrato correrán siempre a cargo del arrendador», ya sea una persona física o jurídica.

Cuando el alquiler es compartido por más de una persona, si hubiera un incumplimiento por parte de uno de ellos la responsabilidad es compartida, ya que el pago es solidario entre todos, y por extensión de sus avalistas. Y es que en este tipo de contratos de alquiler suele primar el aval de garantía más que el depósito de una o dos mensualidades, y suelen ser los padres los que avalan con el fin de que se cumplan las condiciones económicas.

FIANZA

En cuanto al tema de la fianza, y tratándose de una vivienda para estudiantes, esta cuestión guarda una especial importancia porque casi siempre hay desacuerdo entre las partes en cuanto al estado de la vivienda del antes y después. Lo recomendable es hacer un inventario de bienes y elementos de la casa junto con un reportaje fotográfico y firmarlo junto al contrato. En cuanto al mantenimiento y reparaciones que surjan, por lo general responderá el propietario, salvo si se acredita que el desperfecto es debido al mal uso del alquilado.