Imagen y mundo
La imagen funciona como una manera de relacionarnos. La vista es, sin lugar a dudas, uno de los sentidos más destacados de la condición humana y quizás el más referenciado. Mediante ella nos reconocemos entre iguales, medimos distancias, colores y sensaciones. De hecho, el resto de sentidos se resignan a estar relegados a un segundo plano en esta sociedad bautizada como ocularcentrista, en la que todo lo importante es lo que sucede delante y a través de los ojos. Desde el inicio de los tiempos, la humanidad ha intentado representar aquello que le rodea, como una narración, una imitación o como una evocación. El arte, desde el dibujo, las técnicas gráficas y la pintura, hasta la aparición de la fotografía, el cine o el vídeo, ha utilizado la imagen de múltiples maneras, abriendo sus fronteras hacia la experimentación. Es por eso por lo que una disciplina como la pintura parece estar siempre de actualidad. Por más que avancen la tecnología y las maneras de registrar y reproducir, lo pictórico encuentra de nuevo su lugar para levantar la voz desde el tiempo al que pertenece y busca su sitio para seguir una senda que siempre ha habitado.
Tras el parón estival, la Galería de Arte Juan Manuel Lumbreras de Bilbo estrenó a mediados del mes pasado la primera exposición de la temporada. En este caso, la protagonista es la pintora Inés Medina (Cáceres, 1950), cuyo trabajo podrá visitarse hasta el día 20 de este mes de octubre. Esta veterana artista, que ha desarrollado gran parte de su vida ligada a nuestro territorio, ha ido completando diferentes fases en su carrera hasta contar con una producción muy fructífera. Sus trabajos han podido verse en múltiples lugares y han estado presentes en ferias y centros culturales tanto del Estado español como del extranjero. De hecho, la ciudad de Nueva York, que le acogió a finales de los noventa para completar su formación, aparece en varias etapas de su biografía como escenario de exposiciones y reconocimientos.
“IDENTIDAD. Resolución de Dualidad y Conciencia pura. Cierre del círculo. 2021-2023” es, después de la que protagonizó en el año 2004, el título de la segunda muestra individual de Medina en la galería. Para esta ocasión, la creadora propone un recorrido por una producción bastante reciente y que mantiene los rasgos diferenciales de su pintura. La riqueza cromática y la convivencia de formas geométricas y abstractas nos invitan a una inmersión en la atmósfera propia de la artista. En las piezas, algunas de gran tamaño y otras de formato medio, aparecen figuras identificables. Siluetas, caras, gestos o muecas que abren un mundo de posibles interpretaciones y significados. Una de las cuestiones a destacar es el uso de los títulos de las piezas como un elemento muy importante en cada una de ellas. Frases largas que casi a modo de pequeños poemas nos ayudan a situar el eje de nuestra mirada.