Mariona Borrull
CINE

«The Killer»

Michael Fassbender como el asesino anónimo de la nueva película de David Fincher, estrenada en el Festival de Venecia, antes de llegar a cines el 26 de octubre y a Netflix el 10 de noviembre.
Michael Fassbender como el asesino anónimo de la nueva película de David Fincher, estrenada en el Festival de Venecia, antes de llegar a cines el 26 de octubre y a Netflix el 10 de noviembre.

El cine negro nos ha enseñado que, sobre todo, pase lo que pase, nunca nada es personal… Aunque luego el argumento se nos caiga de las manos. Por ello, cuando un frío asesino a sueldo se empecina en vengarse contra sus empleadores que tratan de eliminarlo tras un golpe frustrado, nos cuesta creer lo más mínimo en lo que su cabeza le repite (nos repite): que. No. Es. Personal. La crisis de los cuarenta en versión bruta y desalmada, “The Killer” acompaña a un mercenario de lujo mientras deshilvana las tramas de un complot de alcance internacional, una revancha que va por lo poco que tenía y le arrebataron, pero también lo aleja -ni que sea un día más- del tedio y la rutina.

“The Killer” es un thriller sencillo y tenaz, que se piensa demasiado pero solo para que tú no debas hacerlo. Poderosa, la decimosegunda película de David Fincher sintetiza todo lo que nos apasiona del arquetipo desnudo al que su título apela: brillante, metódico y algo torturado, da para películas que se viven a golpe de tecno. Él es Michael Fassbender, esgrimiendo una máscara de inexpresividad pura, otro tour de force como los que lo han encumbrado bajo las órdenes de cineastas de la talla de Andrea Arnold (“Fish Tank”), Ridley Scott (“El consejero”), Terrence Malick (“Song to Song”) o Steve McQueen (“Shame”)... ¡Ojo!, a quien más se acerca el asesino de Fincher es al asceta ninfomaníaco de “Shame”.

David Fincher, astuto, también repite y depura. Vuelve con el guionista Andrew Kevin Walker, cuyas manos escribieron “Se7en” hará casi treinta años, y con sus habituales Erik Messerschmidt, director de fotografía, y Don Burt, oscarizado por “Mank” (2020), al diseño de producción. Crean juntos un mundo aplastante y suntuoso, habitado por personajes secundarios que naturalmente pertenecen a la ficción, “mujeres de rojo” que nos mantienen a salvo. Son Tilda Swinton, capataz elegante y humanizada, el siempre autoritario Charles Parnell (“Top Gun: Maverick”) y un villanesco Arliss Howard, el director de la MGM en “Mank”, aquí una suerte de Elon Musk de pacotilla.

Fincher cineasta bebe directamente de los cómics franceses homónimos de Matz y el ilustrador Luc Jacamon, que llevan más de un cuarto de siglo publicándose y que el director descubrió poco antes de estrenar “Zodiac” (2007). Pero la sombra del lobo solitario se alarga en el cine hasta “El silencio de un hombre”, de Jean-Pierre Melville (1967), en la que Fincher reconoce haberse inspirado enormemente. Diríamos que “The Killer” es hija natural de la de Melville y Delon, con extra de desaliento tras décadas de productividad maquinaria e infeliz. Nos pesa la vida moderna, y más cuando la supervivencia misma depende del cumplimiento a rajatabla de patrones que, en teoría, monitorizan nuestro éxito. Crisis de fe para asesinos con smartwatches.