Gotzon Uribe
Crítico musical
MÚSICA

Sleater-Kinney

Tras una pérdida repentina -un momento, una persona, una forma de ser que llega violentamente a su fin-, lo perdido desaparece, pero no su entorno, un extraño lugar inestable en el que supuran todo tipo de pensamientos. Las reglas de la realidad desaparecen temporalmente y el duelo convierte el mundo en un espacio negativo.

Sumergidos sin previo aviso en ese espacio, Sleater-Kinney regresan con “Little Rope”, uno de los discos más contundentes que publican en los casi 30 años de carrera de la banda. Una meditación sobre lo que nos ha hecho vivir en un mundo de crisis perpetua y lo que nosotros le hacemos al mundo a cambio. Las diez canciones del álbum oscilan entre la sobriedad, lo pegadizo y lo deliberadamente duro. Pero por debajo se encuentran los arreglos quizá más complejos y sutiles de cualquier disco de Sleater-Kinney.

En otoño de 2022, Carrie Brownstein recibió una llamada de Corin Tucker, que a su vez acababa de recibir una llamada de la embajada estadounidense en Italia. Años antes, Brownstein había incluido a Tucker como su contacto de emergencia en un formulario del pasaporte y, aunque ella había cambiado de número de teléfono, Tucker no. El personal de la embajada intentaba desesperadamente localizar a Brownstein. Cuando por fin lo consiguieron, le contaron lo sucedido. Mientras estaban de vacaciones en Italia, la madre y el padrastro de Brownstein habían tenido un accidente de coche. Ambos habían muerto.

En los meses siguientes, Brownstein se consoló con un acto que le resultaba profundamente familiar: tocar la guitarra. «Creo que no tocaba tanto la guitarra desde la adolescencia o los veinte años», dice. «Movía literalmente los dedos por el diapasón durante horas y horas para recordarme a mí misma que aún era capaz de habilidades motoras básicas, de moverme, de existir».

Mientras Brownstein y Tucker atravesaban las primeras secuelas de la tragedia, empezaron a formarse elementos de lo que se convertiría en la columna vertebral emocional de “Little Rope”: cómo afrontamos el dolor, con quién lo afrontamos y cómo nos transforma. A veces, el proceso de componer las canciones era Tucker y Brownstein solas en una habitación con nada más que un par de guitarras y amplificadores, un proceso que no ha cambiado desde que la banda empezó a grabar a mediados de los noventa.

En muchos sentidos, “Little Rope” desata una de las armas más potentes de Sleater-Kinney: el estremecedor tono emocional de la voz de Tucker. En un álbum tan centrado en la vulnerabilidad necesaria para enfrentarse al mundo tal y como es, Tucker se las arregla para encontrar el camino en una serie de giros viscerales, y una crudeza que siempre ha estado ahí, sobre todo en el primer disco de referencia de la banda, “Dig Me Out”. Tal vez el más inolvidable de estos momentos llegue casi al final del álbum, en el brillante tema que lo cierra, “Untidy Creature”, una canción que estuvo a punto de no entrar en el disco, pero que acaba siendo el colofón perfecto.


Smoke Fairies

Tras el lanzamiento de su elogiado LP de 2020 “Darkness Brings Wonders Home”, aplaudido por numerosos medios, el dúo de alt-folk Smoke Fairies vuelve con su sexto álbum de estudio “Carried In Sound”, encabezado por el maravilloso single “Vanishing Line”. Continuando con esa estética cálida y etérea que el dúo ha cultivado desde sus comienzos, su nueva propuesta aborda los sentimientos difíciles e íntimos que la pérdida y el dolor pueden tener en una persona y su entorno. Aunque el álbum contiene temas de tristeza, los afrontan desde la fortaleza. En consonancia con los tiempos que corren, “Carried In Sound” no teme hablar de la oscuridad.