Mariona Borrull

«Rivales»

Mike Faist, Zendaya y Josh O'Connor encarnan al triángulo amoroso, relacionado con el tenis, de «Rivales», una película de Luca Guadagnino.
Mike Faist, Zendaya y Josh O'Connor encarnan al triángulo amoroso, relacionado con el tenis, de «Rivales», una película de Luca Guadagnino.

Rivales” es un estreno termómetro. Cuando en agosto pasado se anunció su retirada de la programación del Festival de Venecia y el retraso indefinido de su estreno, comprendimos que la huelga de Hollywood iba muy en serio. A un mes de su salida en salas, tras un año de taquillas optimistas y constelaciones rarísimas, su éxito por venir puede ser la confirmación del buen estado de salud del cine de estudio o bien de su excepcionalidad, aunque Zendaya funcione ya como orenga para cualquier reparto.

La nueva película de Luca Guadagnino (“Call Me By Your Name”, “Bones and All”) huele a la fórmula agridulce de la intersección entre romance y carrera de “Ha nacido una estrella” con maqueado verde-pelota y giro de femme fatale con visos de estudio de personaje. Zendaya da vida a Tashi, una jugadora exitosísima de tenis que debe retirarse tras sufrir una lesión. Ambiciosa y racional, Tashi entrenará a su marido Art hasta convertirlo en la estrella que ella ya no puede ser. Art, por cierto, es Mike Faist, una estrella en los escenarios anglosajones (múltiple nominado al Tony) que desde “The Bikeriders”, con Jodie Comer, Austin Butler y Tom Hardy y estrenada en Telluride, ya está dando sus primeros pasos en el mundo del cine.

Pero Art empieza a perder, constantemente: ante la mala racha, Tashi apuntará a Art a un torneo del ATP Challenger Tour, puerta de entrada de nuevos talentos al mundo del tenis profesional, donde Art se enfrentará con Patrick (Josh O'Connor, “The Crown”), el antiguo novio de Tashi y su antiguo mejor amigo. El conflicto está servido, no es precisamente deportivo y, por lo que auguran los avances del film, viene con ración extra de sensualidad. Nada nuevo en la línea de un Luca Guadagnino que desde “Soy el amor” (2010) viene torciendo la pureza de los géneros que toca: el thriller en “Cegados por el sol” (2016), el terror en “Suspiria” (2018), el drama juvenil en la serie “We Are Who We Are” (2021)...

Guadagnino anda ocupado y tirando hilos a todas partes: como productor, por ejemplo, tiene entre manos tanto la segunda película de la muy autoral Dea Kulumbegashvili (“Beginning”) como el debut de la modelo Hailey Gates. Como director, está rematando la posproducción de la adaptación de “Queer” de William S. Burroughs, escrita por Justin Kuritzkes, dramaturgo también al cargo del guion de “Rivales”. Además, pronto lo veremos encabezando un biopic con Jennifer Lawrence acerca de la última mujer ejecutada en Islandia y otro sobre Scotty Bowers, el chulo del Hollywood dorado. Eso, y quería dirigir la secuela de “Call Me By Your Name”. Y otra adaptación de “El señor de las moscas”. Y el proyecto nunca producido de Stanley Kubrick, “Aryan Papers”. Pero si “Rivales” es una película termómetro, el estado de salud del italiano debería ser lo de menos. ¡Fiebre!