Restricciones comerciales
Una noticia poco habitual que nos ha sorprendido como consumidores es que la Comisión Europea (CE) recientemente ha multado a una multinacional alimentaria con 337,5 millones de euros por obstaculizar el comercio transfronterizo de productos de chocolate y café.
De acuerdo con las normas de la competencia establecidas por la UE, «queda prohibido el abuso de posición dominante en el mercado, así como los acuerdos y prácticas que afectan al comercio entre los Estados miembro y que impiden, restringen o falsean la competencia dentro del mercado único de la UE». Así que, a tenor de lo regulado, si una empresa pone obstáculos para evitar que los proveedores hagan pleno uso del mercado único, además de perjudicar al comercio, lo hace a las personas consumidoras, ya que mantiene los precios más altos para obtener enormes beneficios del comercio dentro del mercado único de la UE.
Con total transparencia conocemos los datos (como debería ocurrir siempre y en cualquier Estado miembro) y luego que cada cual actúe como guste con empresas que actúan ilegalmente. Desde luego ha sido un varapalo, tanto para las empresas productoras de chocolates como Milka y Toblerone, galletas Oreo y café Jacobs, como para el Estado miembro que consintió el abuso de poder.
Pero de la disparidad en precios (como en la calidad del producto) en los distintos países miembro, los y las consumidoras sabemos un rato. Al igual que pasa con las importaciones que vienen de fuera de la UE y perjudican a toda la cadena de producción y consumo, excepto a las grandes distribuidoras, claro. Así que acogemos la medida sancionadora de forma satisfactoria y que cunda el ejemplo en los organismos oficiales de la competencia. Al menos para justificar el gasto departamental. (Fuente beuc,eu)