«Bitelchús Bitelchús»
El fantástico comercial en los ochenta llegaba como la avalancha sangrienta del Overlook en ‘“El resplandor” o los zarpazos sonrientes de Freddy en “Pesadilla en Elm Street”, hitos del 84. Y lo peor: era tan inhumano como Jason en “Viernes 13” o Chucky en “El muñeco diabólico”, de 1980 a 1988. Si no te gustaba pasarlo mal, mejor ni te acercaras. Por ello, el estreno de “Bitelchús” se vivió como una apertura agradecida, una excepción para toda la familia que no renunciaba a ser explícita, intravenosa, muñequívola y grotesca. Sobrenatural, pero al ritmo pegadizo del “Banana Boat”.
Michael Keaton era uno de esos antihéroes burdos, misóginos y racistas que tanto se proclama «no podrían haberse hecho ahora», acompañado de un reparto idiosincrático y lo suficientemente fársico para funcionar en una misma marquesina: Alec Baldwin y Geena Davis como la versión púdica de “The Rocky Horror Picture Show” y, por supuesto, Winona Ryder como la hija gótica incomprendida (Tim Burton metiendo su álter ego en el minipímer).
No resulta ya chocante llamar a Tim Burton un replicante de sus propias fórmulas, independientemente de que sus feas y desparramadas últimas películas sean más o menos dignas de interés. Para defenderse de quienes ya se frotan índice y pulgar para justificar un regreso «muy random», como exclaman en el tráiler, el cineasta ha calificado la película de salvavidas artístico: «Traté de despojarme de todo y volver a lo básico, a trabajar con buenas personas, actores y marionetas. Fue como volver a la razón por la que me gustaba hacer películas».
En fin. “Bitelchús Bitelchús” inaugurará el Festival de Venecia antes de llegar a salas el 6 de septiembre, y de momento todos los tráilers auguran un regreso en modo estrictamente Frankenstein: hay versión del “Banana Boat”, hay niña sensible e inquietante (Jenna Ortega, hija en la ficción del personaje de Winona Ryder). Y está Michael Keaton, cómo no, igual de cafre e incorrecto. «Que no podría haberse hecho ahora», dicen, cuando ya se augura una futurible trilogía.
La sinopsis nos devuelve al casoplón gótico de los ochenta, de una guisa similar al terrible remake de “Cazafantasmas: Más Allá” (2021)… Con litros y litros de batido nostálgico. Al reparto original, se les unen Monica Bellucci (como la esposa de Beetlejuice, nada menos) y Willem Dafoe interpretando a un “oficial de policía del más allá y ex-estrella de películas de acción de serie B”, así como Justin Theroux (“Juego de Tronos”). El guion lo firman Alfred Gough y Miles Millar, creadores de “Miércoles”.
Antes de que alguien me increpe: revivir sagas y explotar la nostalgia para hacer taquilla fácil no es necesariamente malo. De hecho, una relectura es por defecto original, kitsch y antimitómana. Pero también entre remakes hay que separar fantasmas de zombis.