Jone Buruzko
IRUDITAN

El azafrán más caro del mundo

(Yawar Nazir/Getty Images)

Este escenario de otoño muestra un campo de azafrán de Cachemira que es, además, la especia más cara del mundo. Por algo la llaman “oro rojo” y eso que en esta granja de Pampore, a 20 km al sur de Srinagar, las hojas de las flores lucen de un hermoso color violeta. Rojo oscuro son las hebras de su interior: largas, planas, suaves y con un aroma singular. Son necesarias unas 5.000 flores para proporcionar suficientes hebras para hacer una onza y hay que extraer a mano y con delicadeza las tres hebras de unas 160.000 flores para obtener un kilo de azafrán, que se vende a algo más de 1.200 euros en el mercado local. El aumento de la demanda ha convertido a esta especia en una de las más raras y buscadas del planeta. Como los metales preciosos, esta es otra mina de oro, salvando las diferencias. Los productores de azafrán temen por la caída de la producción de su cultivo tras una disminución del 50 al 60 por ciento durante los últimos 17 años. Los expertos culpan al cambio climático por la disminución del volumen de los glaciares de la región del Himalaya, lo que reduce considerablemente el caudal de aguas abajo. El azafrán se cultivaba en Cachemira 500 años a.C., y es también un ingrediente habitual en las recetas tradicionales, como la infusión de Kehwa, que se sirve a los invitados y en las bodas. Se emplea en la cocina, para productos cosméticos y medicinales -se le atribuyen propiedades antidepresivas como que mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad al influir en los niveles de serotonina del cerebro-. Larga vida al azafrán.