El «dinosaurio» se extingue
El Hamburgo, único club alemán que jamás ha descendido a Segunda, es colista y aspirante a perder la categoría. El St. Pauli le espera.
En Alemania suelen decir que «la envidia te la curras, la compasión es gratis». Hoy nadie envidia y todos sienten compasión de un histórico, el único club germano que jamás ha militado en una categoría que no fuera la máxima del fútbol del país, el Hamburgo, el ‘dinosaurio’, surgido a orillas del Elba hace más de un siglo, blanco y rojo, colores de la ciudad que le alumbró. El irrepetible Uwe Seller escribió los acordes más gloriosos del club hanseático. «Soy hamburgués hasta la médula y llevo el rombo del HSV en el corazón. Soy un hincha entusiasta. El HSV es mi club», sigue repitiendo con el paso de los años.
Hoy, ni siquiera su mascota, el dinosaurio ‘Hermann’, nombre en honor a un veterano masajista de la entidad, es capaz de alegrar los partidos. El Hamburgo purga último en la Bundesliga, con muchos boletos para descender por primera vez en su historia. Horst Hrubesch –¿se acuerdan de aquel ‘tanque’ alemán, aquel delantero centro gigantón que lo fue también de la selección alemana?– cumplió 64 años esta semana. Él fue uno de los que lideró la tiranía del Hamburgo en el fútbol teutón en los setenta-ochenta, Dampfwalze, ‘La Apisonadora’. «Al HSV le resta trabajar y orar. Hay que hacer todo lo posible, espero que sean afortunados y logren mantener la categoría», dice.
Las palabras de ánimo –o eso pretendía– no sirvieron para que el equipo sorteara la pasada jornada el compromiso del Nordderby ante su vecino el Werder Bremen, 1-0, e hinchas hanseáticos destrozaron vagones de tren a su regreso. Es colista, no tan lejos de los puestos de salvación, pero con partidos directos en mayo con quienes pelean por no descender y unas perspectivas nada halagüeñas.
En la campaña 2012-23 se salvó por los pelos, sobre la bocina. El reloj digital que corona uno de los córners de su estadio refleja segundo a segundo los años que el HSV lleva en la Bundesliga. Hasta 712 minutos esperó el Hamburgo para festejar el primer gol de la presente temporada. Y las cosas han ido a peor. Solo 16 tantos anotados hasta la fecha. El agujero se hace cada vez más profundo. Pero no es de ahora. Viene de lejos. Hasta cuatro entrenadores han intentado reconducir la deriva este curso y son ya 19 los que han pasado por el club desde el año 2000, un club que no levanta un título desde 1987. Nadie quiere pensar en qué sucederá si el reloj se para. Nadie le tendrá envidia, no sabemos si todos le tendrán compasión. El ‘pirata’ St. Pauli seguro que le espera con los brazos abiertos en Segunda para un derbi local que puede ser lo más de lo más. Entre tanto, en el extremo meridional de la península de Jutlandia, en Hamburgo, como Hrubesch, reclaman trabajo, mientras oran. «Hamburgo, perla mía/ tú, bellísima ciudad/ tú eres mi hogar/ tú eres mi vida», canta el ala norte del estadio en cada partido. En cada final.
A Jurgen Klopp –que suena y mucho para el Liverpool– también le cantaron los suyos este fin de semana, más cuando su Borussia Dortmund ganó 3-0 y conoce ya quién será su sustituto. Su nombre, Thomas Tuchel, de 41 años, que está disfrutando de un año sabático desde el final de la pasada campaña, cuando finalizó su contrato con el antiguo equipo de Klopp, el 1. FSV Mainz 05, en el que Tuchel estuvo al frente del banquillo desde 2009. Antiguo estudiante de Ciencias del Deporte con una licenciatura en inglés, ha pasado este tiempo absorbiendo conocimientos y prácticas de otros deportes como el baloncesto y el voleibol, estudiando aspectos estadísticos y sicológicos del juego. Sustituyó en su día a Klopp en Mainz, y le sustituirá ahora en Dortmund. Ni de cerca tan mediático como Jurgen, frío y analítico, seguro que buscará mayor versatilidad en el juego de los borusser.
Alemania busca a alguien que le vuelva a hacer sombra al Bayern. Los de Pep Guardiola, tras el maremoto interno por la dimisión del jefe médico con 38 años de trayectoria en el club bávaro, solventaron bien la jornada liguera y este fin de semana pueden proclamarse campeones, gracias a sus 13 puntos de ventaja, si repiten victoria y el Wolfsburgo no hace lo propio. Por cierto, según ‘‘Bild’’, Volkswagen no invertirá los 80 millones de euros de ayuda anual que han recibido los Wolfs esta temporada; en la 15-16 recibirá 30.
Otro que lo tiene a punto de caramelo en el Chelsea. Esta jornada recibía al United de Van Gaal y los aficionados Reds desplazados a Stamford Brigde le cantaron ‘‘Jose Mourinho, you wanted the job’’, recordándole al portugués que en su día se postuló para suceder a Alex Ferguson. Al final, ‘Mou’ les calló gracias a un solitario gol de Eden Hazard y una posesión del balón de solo el 29%... Otro triunfo ‘made Mourinho’, cuyo equipo no juega mucho, pero gana. Aventaja en diez puntos al Arsenal, al que se mide este fin de semana, y si gana en el Emirates pueden ser campeones si repiten en el partido que tienen aplazado contra el Leicester.
Un Chelsea que vuela alto, que todo apunta ganará la Premier y sea por eso o por su habitual papel de víctima, es el club inglés que más mofas recibe vía internet. ¿El jugador con el que más se meten? Sí, él, Mario Balotelli, que recibe unos 8.000 insultos anuales vía redes sociales. Why always me? Habrá que esperar que Paul Pogba no acabe en otra estrella estrellada. De momento, la perla francesa de la Juventus está en el mercado. Su agente, el simpar Mino Raiola, el mismo de ‘Balo’ o Ibrahimovic, ha declarado: «Hemos recibido muchas peticiones, pero todavía ninguna que valga un matrimonio». Clink, clink...
Mientras, la Vecchia Signora ganó 2-0 a la Lazio, segundo, abriendo la lata una vez más el Apache Tévez, y puede sentenciar esta jornada el Scudetto. Por cierto, el argentino se deja querer y quizá salga en junio de regreso a Boca, su casa. Tiempos de rumores y de fichajes imposibles. Unos clubes comienzan a aflojar la billetera y otros se frotan las manos. Como el nuevo campeón holandés, el PSV Eindhoven –seis años después– cuya estrella Memphis Depay se rifan los grandes, o el argentino del Palermo, Dybala, otro tanto. Nuestro querido Zdenek Zeman también está libre. Alcanzó su partido 800 como técnico en Italia y se despidió del Cagliari, en descenso. A sus 67 años. Otro dinosaurio, como el Hamburgo.