La noticia no tiene mucho de novedosa, pero es un lugar común que en campaña casi todo vale. Una filtración a Europa Press trató, una vez más, de poner ayer encima de la mesa la supuesta responsabilidad contable de la candidata de Geroa Bai, Uxue Barkos, en el cobro de dietas irregulares en el Ayuntamiento de Iruñea. Se trata de la misma denuncia que ya en 2013 rechazó el Tribunal Supremo (ni siquiera la admitió a trámite), pero que ahora el Tribunal de Cuentas se dispone a investigar al encontrar «indicios razonables» para ello, según consta en al auto de este tribunal.

Detrás de la denuncia vuelve estar la asociación Justitia et Veritas, sobre la que poco se sabe, más allá de haber sido relacionada con el histórico exdirigente de UPN Jaime Ignacio del Burgo, ahora en el PP. Aunque en 2014 rechazó cualquier vinculación con la asociación, lo cierto es que Del Burgo consta como abogado de Justitia et Veritas en una querella presentada contra el expresidente del Congreso José Bono en 2011.

En declaraciones a NAIZ, Barkos mostró ayer su indignación por la filtración del auto judicial en plena campaña, recordando que el Tribunal de Cuentas no puede investigarle (porque no gestiona dinero público) y que «tanto el Supremo como el Tribunal Superior de Justicia de Navarra ya descartaron cualquier tipo de irregularidad».

Araiz y Barkos aprueban

El aparente juego sucio de al menos parte de la derecha navarra contra candidatos a favor del cambio no llega sin embargo a la ciudadanía. Al menos así lo asegura la encuesta del CIS, que situó a Barkos y al candidato de EH Bildu, Adolfo Araiz, como los únicos líderes a los que la ciudadanía aprueba. Un 5,66 para la primera y un 5,2 para el segundo, frente al 3,07 de nota del candidato de UPN, Javier Esparza, o el 3,47 de la presidenciable del PSN, María Chivite.