Una copa de vino con Van Gaal y otra con Steven Gerrard
Mientras el United está a punto de regresar a la Champions, el Liverpool se aleja, como su legendario capitán, aplaudido por el mismísimo Mourinho.
«Ahora puedo mirar el partido del Liverpool y, por supuesto, con una fantástica copa de vino», se relajó el holandés Louis van Gaal después de que su United ganara, sin brillo, 1-2, y solo necesite una victoria más en las dos jornadas que restan para hacer retornar a los Red Devils a la Champions League la próxima temporada. Así que se sentó delante del televisor junto a su segunda esposa, Truus –la primera, Fernanda, a la que conoció con 18 años, murió de cáncer de páncreas e hígado cuando él dirigía al Ajax–, se sirvió una copa de uno de los caldos de la carta de vinos que las imágenes de televisión habían descubierto el día antes en su carpeta de tácticas, y disfrutó... del empate entre Blues y Reds, entre Chelsea y Liverpool. Los primeros ya campeones, los segundos, en busca de esa ansiada Champions.
En el túnel de vestuarios, otra imagen de esas que solo nos deparan el fútbol inglés y el italiano. Encabezando a los londinenses, la testiculina de John Terry, liderando a los desafinados ‘Beatles’, el gran capitán y leyenda Steven Gerrard. Dicen que José Mourinho soñó un día con tener en el mismo centro del campo a Steve y a Frank Lampard. Como juntar bajo los mismos colores a Andrea Pirlo y a Francesco Totti. A los pocos minutos, gol local, quién, sí, Terry, de cabeza. El defensa más goleador de la historia de la Premier League. Increíble dato: defensas del Chelsea esta temporada: 10 goles y 8 asistencias; delanteros del L'pool: 8 goles, 3 asistencias.
Así que tuvo que ser un mediocampista el que nivelara el marcador, quién, sí, Steven Gerrard, también en jugada a balón parado. Mediada la segunda mitad, el capitán red es sustituido, con el billete sacado para la Liga estadounidense. Stamford Brigde, la mayoría del estadio, puesta en pie aplaudiendo, la imagen del fútbol europeo, Gerrard abandonando el césped y Mourinho, en la banda, sumándose al homenaje. «Me respetaron dos minutos pero me estuvieron machacando todo el partido», no se cortaría luego el jugador. ‘‘He slipped on his arse’’, se pudieron ver pancartas, ‘‘Se cayó de culo’’, en referencia al desgraciado resbalón de Gerrard la temporada pasada y que propició el gol del City que dejaba a la vez sin lucha por el título al Liverpool. Pancartas, cánticos hirientes hacia el capitán rival... «En todo caso, es agradable ver que los fans del Chelsea hacen acto de presencia de vez en cuando», se la devolvió el aludido con taza y media.
Al final, 1-1, la afición Red entonaba el ‘‘You'll never walk alone’’ que también hacen suyo aficiones como la del Celtic escocés y el Borussia Dortmund, en tanto la hinchada local respondía con el ‘‘Campeones, campeones’’. Igualada que al Liverpool le deja prácticamente fuera de esa Champions. En esa pugna por la segunda plaza, tras once jornadas invicto y 16 paradas del portero rival, el Arsenal pinchó ante el Swansea (0-1) y se la cede a un City que no solo le hizo un set, 6-0 –con tres del Kun Agüero– al QPR de nuestro amigo Joey Barton, sino que The Hoops certificaron su descenso. Y en esa pugna por ser escudero del Chelsea, este fin de semana, partidazo: Manchester United-Arsenal, cuarto contra tercero, dos puntos de diferencia.
Depay, primer gran fichaje
Cosas por decidir en la Premier League, con los equipos ya pensando en cómo reforzar sus plantillas cara al reto de una nueva temporada. Ya sabemos que Pep Guardiola no se moverá de Múnich a Inglaterra, que el City necesita un ‘Plan Renove’ y tirará de billetera, que el Liverpool requerirá de algo más que la magia de Sterling para volver a ser algo de lo que fue, y que el United, o mejor, su técnico, ha sido el más rápido en mover ficha y hacerse con los servicios de una de esas perlas que estaban en el mercado. Hablamos de su compatriota Memphis Depay, el prolífico goleador del PSV Eindhoven. Por entre 25 y 30 millones de euros se ha hecho con los servicios de una perla a la que pretendía seriamente el PSG. Pero no todo es dinero.
Depay, 21 años, talentoso desde chaval, no lo tuvo fácil tras la separación de sus progenitores, el abandono posterior de su padre cuando solo contaba 4 años, la muerte de su abuelo, su único referente, con 15... Hoy, en su camiseta se lee su nombre de pila, no quiere saber nada de su padre. Van Gaal se cruzó en su vida en el Mundial brasileño, al que le convocó, y, necesitado de alguien que le guíe, se convirtió en su nuevo padre. No extraña su decisión de fichar por los de Old Trafford, su nueva casa, donde ya empieza a ilusionar. Y es solo el primer fichaje que se espera de los Red Devils.
No es la única joya que se van a rifar los grandes de Europa una vez finalicen las ligas. Ahí está el argentino Paulo Dyabala, el joven goleador del Palermo del que ya hemos hablado. Otro con una infancia nada sencilla, tras perder a sus padres con 15 años, tuvo que irse a vivir a las instalaciones del club donde jugaba, el Instituto AC Córdoba, de ahí que fuera conocido como ‘el chico de la pensión’. Luego, debutaría como profesional con 17, con 13 goles. Hoy, ‘‘La Gazzetta dello Sport’’ dice que «él es el Rey Midas». O eso debe de pensar su club, que espera sacar buena tajada por él. La Juventus parece que encabeza la cola para pasar por ventanilla. «Cuando deje Palermo echaré de menos el mar y el pescado, pero sobre todo los muchos amigos que he hecho durante mi periodo aquí. Sin embargo, jugar la Champions es el sueño de todo jugador, y el mío también, no puedo negarlo», reconoce el chaval.
Jóvenes promesas que cambiarán de colores este verano, no así otra de esas joyas en ciernes y que demuestra que no todo son becerros de oro. Es el caso del belga Youri Tielemans, pretendido entre otros por el Atlético, que acaba de cumplir los 18 años y es el líder del histórico Anderlecht. Con 5 años llegaba a las categorías inferiores de los ‘malvas’, y con 13 ya formaba parte del segundo equipo. Siempre destacó por su desarrollo físico, quizá por su ascendencia congoleña. Con 16 años ya era internacional sub-21, y a esa misma edad debutaba en la Champions League. Muy apreciado fuera de Bélgica, acaba de renovar hasta 2020. Ejemplo.
Otro que dicen, ahora, podría renovar es Marcelo Bielsa con el Marsella. No sabemos si habrá tenido algo que ver la inolvidable victoria 2-1 en el derby de la Costa Azul ante el Mónaco, tras sufrir lo indecible y en una locura de remontada, y poder engancharse de nuevo a la pelea europea. El PSG solo necesita un punto en dos partidos para proclamarse campeón de la Ligue 1. Ya lo hay en Italia, donde Paul Pogba regresó con la Juve, donde el Napoli se dejó dos puntos ante el colista, el Inter se la lió a la Lazio, 1-2, y el Milan por fin sacó carácter y ganó 2-1 a una indolente Roma a la que su técnico obligó, como castigo, a entrenar a las 8 de la mañana pese a que el regreso fue a las 3 de la madrugada. Están avisados.
Quizá su técnico Rudi García debiera copiar a Jurgen Klopp. Séptimo su Dortmund y en la final de Copa, ha dicho: «Hubiera dimitido antes si hubiera sabido que la forma del equipo iba a mejorar tanto al anunciarlo». Lleva tres victorias y un empate. Como dijo una vez, «los jugadores son amigos míos, pero yo no soy amigo suyo. Eso no funciona». Van Gaal lo suscribiría.