Kaixo aita, kaixo Iruñea!
Kaixo Iruñea! El sábado fue un día distinto, diferente. Asamblea de la Peña Anaitasuna, amigos y amigas, Maioa, Iñaki, calle Nueva, Idoia, Mikel, mi hermano, Unai, me llama June, mi amor, «aita vamos al Ayuntamiento». «June, no es 6 de julio», le digo, lo más parecido a el mejor día de mi vida cada año.
Amigos, gente conocida y sobre todo un sentimiento, no por cambiar, sino por hacer una Iruñea diferente en la cual no haya exclusiones, en la que estemos todos, sí todos, también los que nos habéis excluido siempre, No tengáis miedo a banderas, al órgano común con Vascongadas, sí, Vascongadas, porque ellos y ellas lo tienen claro, son navarros y navarras, nuestra sangre, nuestros vecinos, amigos, nuestra cultura, la nuestra, la de todos, nuestra lengua, el euskera.
Hoy me siento orgulloso de mi ciudad, de todos y todas, repito, todos y todas; tú también entras, si quieres y te apetece, María, sigues de concejala y mucha gente te apoya, desde aquí mi respeto y mi enhorabuena. De Oberena, balonmanista, yo también, pero siempre cercano a gente que me saluda por la calle, no les conozco a muchos de ellos, pero me siguen parando porque se acuerdan que un día, hace mucho tiempo, jugaba a balonmano y salía en los periódicos, esa es la humildad que siempre os ha faltado.
Te lo digo ahora porque nunca nos habéis dado la opción de acercarnos, de transmitiros nuestras necesidades, de compartir el trozo que me toca de mi ciudad, de salir de mi casa en San Saturnino, cruzarme contigo y.... ni ver, mirar, saludar, y no tienes por qué hacerlo, faltaría más.
No me hace falta para mi vida tu saludo, pero mi aita y mi ama me transmitieron unos valores que son los mejores y me han hecho como persona, mejor o peor, pero persona.
Hay que empezar a trabajar, todas y todos juntos, dejarnos de miedos. Si queréis, aquí estoy, aquí estamos, espero que a lo largo de los cuatro años os animéis a aportar algo a Pamplona, a mi ciudad, a mi vida.
Aita, hau ikusiko bazenu... Zorionak Iruñea! Zorionak Euskal Herria!